Patriotismo y patriotería

Indignarse entre ellos e indignar a la sociedad son los objetivos del núcleo duro antigubernamental. Están cohesionados por las mismas frustraciones e impaciencias, luego de que perdieran el poder que hace dos años consideraban que estaba en sus manos y que, de la noche a la mañana, se les fue de las manos. Un sueño de hegemonía que en los tribunales poco a poco se les ha ido transformando en pesadilla.

Este ir y venir de lo público a lo privado es lo que les mueve en el intento de adueñarse del poder en 2021. Procuran ofender de manera personal e íntima al oponente para que, al perder la compostura, este se descalifique. Lo grave es que desde el presidente Lenín Moreno y de las cabezas más visibles de su régimen se les está siguiendo el juego.

Ninguna indignación puede imperar sobre las otras, todas pueden asumirse en igualdad de condiciones, pero dentro del marco democrático y republicano que regulan la Constitución y las leyes. Por definición, lo político es exactamente lo contrario de lo personal. La política, para ser posible, debe suspender por un momento la indignación, la rabia y la envidia dar paso a una dialéctica de la moderación.

Hay un pueblo que ha sufrido y sufre grandes conflictos y decepciones, pero que insiste en querer que se le gobierne con transparencia, sensatez y firmes principios democráticos. Con patriotismo, no con patriotería, hay que separar el carácter y las peculiaridades personales del ejercicio de su función pública. La reconstrucción de la economía y la sociedad pasa por sujetarse a estos principios.


La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés”. Antonio Machado Poeta y prosista español (1875-1939)

La verdad es una antorcha que luce entre la niebla, sin disiparla”. Claude Adrien Helvétius Filósofo francés (1715-1771)