La búsqueda indiscreta de ‘El nuevo Zaldumbide’

ESCRITOR. Izquierdo fue finalista en dos ocasiones al Premio Herralde de novela.
ESCRITOR. Izquierdo fue finalista en dos ocasiones al Premio Herralde de novela.

La tercera novela de Salvador Izquierdo atraviesa la historia de la literatura nacional con ironía.

“Nunca vuelven los que se fueron”, dice Segismundo, protagonista del libro ‘Égloga Trágica’, del ecuatoriano Gonzalo Zaldumbide. Un profesor de una universidad pública encuentra el texto subrayado, en un viejo ejemplar que le regaló su abuelo. Así empieza la narración de ‘El nuevo Zaldumbide’, donde Salvador Izquierdo, el autor, se ficcionaliza.

La escritura de su tercera novela inició cuando era profesor en la Universidad de las Artes, tras varios años de residir en el exterior. “Como en toda entidad pública, había mucho trámite, mucho papeleo. Te la pasabas más tiempo haciendo esas cosas que trabajando”, recuerda Izquierdo.

De esa lógica burocrática surgió, a lo kafkiano, la idea de estructurar el libro como un informe, en el que el personaje divaga entre sus recuerdos de los años de exilio, la nostalgia por su abuelo y la inconformidad con el medio artístico y político de la época. Mientras que, en medio, construye un archivo histórico de los escritores ecuatorianos del siglo XX.

La novela vacila entre lo autobiográfico, lo ficcional y lo ensayístico, donde el eje es la obra de Gonzalo Zaldumbide, figura mal querida por la crítica literaria más izquierdosa.

El protagonista/investigador -que no es Izquierdo, pero se le parece- revive escándalos, enemistades y alianzas entre eminencias de la literatura ecuatoriana. Los saca por un momento de la estampilla de museo y los vuelve ‘reales’.

ESCRITOR. Izquierdo fue finalista en dos ocasiones al Premio Herralde de novela.
ESCRITOR. Izquierdo fue finalista en dos ocasiones al Premio Herralde de novela.

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¿Cuánto de tu vivencia personal está en la historia?
He tratado de crear personajes, atmósferas, ambientes y me he sentido falso. Me gusta leer ficción, pero al rato de escribir me siento más cómodo hablando de mí mismo. Por otro lado, esto también es ficción. Comparto muchas cosas con el personaje, pero sin duda me rebasa. Él dice cosas imprudentemente, que tal vez yo no diría.

¿Cómo llegaron a ti los textos que citas en la novela?
Investigando, en la lógica más bien académica. Hay muchos orígenes, uno de ellos fue que empecé a leer todos los libros que mi abuelo me había dedicado y a transcribir esas dedicatorias. Así llegué a Zaldumbide. Me empezó a interesar cualquier cosa que encontraba sobre él.

¿Por qué situar la novela en el Ecuador de 2016?

TOME NOTA
‘El nuevo Zaldumbide’ está disponible en las librerías Rayuela y Tolstói. Para entender el estado de ánimo del personaje. Yo estaba trabajando en el sector público, en un entorno muy nacionalista. Todo correspondía a la forma de manejar la imagen del Gobierno. Cuando estaba revisando las últimas versiones de la novela, Lenín (Moreno) le había dado la vuelta al correísmo y la gente empezó a olvidar. Sentí que no se entendía la voz de este personaje si no se entendía el contexto político. El ‘man’ está resentido, está siendo aplastado por una lógica de poder con la que no comparte nada.

Tu personaje ataca a los cineastas, teatreros, escritores y demás actores del arte local. ¿Cómo esperas que se reciban las críticas?
El personaje está obsesionado con categorizar a la gente, yo creo que es más una cosa chistosa. Sé que a mucha gente eso le puede caer mal, incluso el tema político. En todo caso, espero que se ‘cache’ que es un chiste. Hay una cosa de humor, de no tomarse las cosas tan en serio.

FORMATO. El diseño inicial se asemejaba a una carpeta de manila, como un expediente. (Diseñador: Adrián Balseca)
FORMATO. El diseño inicial se asemejaba a una carpeta de manila, como un expediente. (Diseñador: Adrián Balseca)

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El oficio de Izquierdo deviene de lo familiar. “No solo escribir, sino hacer libros, está en la familia”, dice el editor de Festina Lente, la cual fundó en 2016 con Romina Muñoz.

Nacido entre buenos lectores, desde pequeño quiso imitar a su abuelo materno, Salvador, quien fue historiador y columnista. Teresa, su abuela, escribía poesía y su abuelo se encargaba personalmente de la edición de sus libros.

Escribir desde lo personal lo devuelve al recuerdo de ambos, en quienes se han centrado sus dos últimas novelas. “No estuve aquí cuando murieron. Curiosamente escribí estos dos libros que, de alguna manera, significa que no he dejado de pensar en ellos”. En la ficción, Izquierdo halló un espacio para dar cierre a esa despedida.

‘Égloga Trágica’ empieza con el desasosiego de Segismundo, quien vuelve a la patria tras una larga ausencia. ‘El nuevo Zaldumbide’ nace de esa misma sensación, la del autor, al regresar al hogar y no encontrarse. (AA)

FRASE

Una de las cosas que me ha servido mucho como autor es la curiosidad”. Salvador Izquierdo, escritor.