Santiago Armijos Valdivieso
Entre los retos que tiene la nueva administración municipal de Loja está el de encontrar soluciones para enfrentar el tráfico citadino que cada vez se torna más caótico. Para ello, vale la pena considerar, entre otras, las siguientes acciones que bien podrían ser acogidas por las autoridades municipales electas.
Con el objeto de dar mayor fluidez a las escasas y saturadas calles que unen el centro con el sur de la ciudad, principalmente desde la calle Lourdes por las calles Bolívar, Olmedo y 24 de Mayo hasta llegar a la Av. Kingman, se debe buscar un cordial acercamiento con las autoridades del Ministerio de Defensa Nacional para identificar alternativas conducentes a que en los espacios semiocupados de los amplios predios que ocupa el Fuerte Militar Cabo Minacho se construyan, respetando la seguridad de las instalaciones militares, al menos dos calles para facilitar el tránsito en sentido oriente-occidente y norte-sur. Aquello ayudaría a la descongestión vehicular en los alrededores de los sectores Parque Infantil, Pucará, Colegio Bernardo Valdivieso, La Pradera, Los Geranios y Los Rosales, lo cual también mejorará la comunicación vehicular entre el norte y sur de la ciudad, limitada en esos sectores a la congestionada calle Bolívar y a la embotellada calle Máximo Agustín Rodríguez.
Paralelamente, sería importante profundizar la capacitación en materia vial a los agentes municipales que dirigen el tránsito, quienes por más esfuerzo que realizan no logran cumplir suficientemente con su difícil misión, al punto que en algunos casos su intervención no logra disminuir en nada la congestión vehicular; seguramente el problema también se origina en la falta de dispositivos de comunicación que les permita sincronizar con sus compañeros la dirección simultánea del tránsito en varias calles.
Por otro lado, insisto en que la construcción de parqueaderos particulares y municipales en varios sectores de la ciudad, resulta otra necesidad ciudadana que amerita atención urgente. (O)