Cumplir con Solca y los enfermos

Salvatore Foti

Le escuché decir al Señor Presidente que cumplir con los más desafortunados y necesitados de nuestro país significa devolverle dignidad al Estado. Bajo este mismo precepto urge que se le devuelva dignidad al Estado cumpliendo con los enfermos de cáncer del país. El Estado, a menudo, no cumple a cabalidad con las necesidades de gente que por si acaso está muriendo.

Cada día héroes de todas las edades llevan adelante una lucha personal en contra de esta infame enfermedad. Añadirle a esta lucha la burocracia y la falta de recursos económicos y de medicinas es una canallada. Peor aún si conocieran a algunos de estos pacientes y vieran la dignidad con la cual se enfrentan a la muerte. Qué pena entonces que el Estado no ponga de su parte lo más vil del asunto: la plata.

Es lo más fácil de conseguir en política según parece. Entonces, sería lógico que devuelvan algo de nuestros impuestos a los enfermos más necesitados. Se llenan la boca de “amor y bondad”, mientras que en varias partes del país muchos pacientes de cáncer no logran tener la atención médica que necesitan.

Deben esperar medicamentos que no están disponibles en el país; faltan reactivos para exámenes y muchos pacientes deben ponerse a la cola para tener radioterapia, porque el Estado no paga lo que debe y las pocas estructuras que cuentan con dicha tecnología ya no son suficientes.

A Solca, por ejemplo, el Estado le debe millones de dólares y el Ministerio de Salud sigue remitiéndole más pacientes. A pesar que los médicos (de todas las instituciones) hacen lo mejor que pueden, y a veces hasta milagros sin el apoyo económico del Gobierno, pese a la buena voluntad pocos enfermos van a sobrevivir.

Nos dicen que fue gran logro tener el financiamiento del FMI y que la plata empieza a llegar. ¿Para quién, me pregunto yo? Entonces que empiecen a cumplir con las entidades más vulnerables de la salud pública.

El préstamo del FMI es porque, entre otras cosas, subieron el precio de la gasolina y pronto subirá el IVA. Con “gusto” vamos a pagar más, pero que cumplan con los más necesitados y los enfermos. Presidente, devuélvanle la dignidad al Estado, con menos politiquería y muchísima más política pública.

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