Incertidumbre y verdad

Eduardo F. Naranjo C.

El planeta conectado se convirtió en una “aldea global”, como previó McLuhan y aún mucho más. Disponer de información instantánea, induce nuevas formas de comportamiento social incrementándose también la vulnerabilidad de la gente, que percibe un mundo distorsionado por diferentes intereses: económicos, políticos y religiosos que generan creencias y toma de decisiones equivocadas para su bienestar.

En este escenario, la mayoría estamos al borde de un peligroso riesgo económico, que comienza a percibirse en las economías más fuertes, donde no se ve claro que busquen una solución coordinada, sino por el contrario, hay más presiones del orden político que no son las requeridas.

La economía mundial anda por el filo de la navaja, si ocurre en los países ricos, ¿qué nos puede pasar a nosotros con altos niveles de desempleo y pocas iniciativas para generar riqueza para la colectividad?

La salida de Inglaterra de la Unión Europea podrá ser el principio de un movimiento en cadena, cuyos coletazos lleguen hasta la disminución de nuestras exportaciones y por ende más desempleo.

Las acciones financieras en los Estados Unidos apuntan a evitar una recesión y generar más papel moneda para sostener el sistema, por otro lado, el enfrentamiento comercial con China no muestra todavía sus efectos perniciosos, enfrentamos un alto grado de incertidumbre, sin información suficiente y sin buenos mecanismos para actuar eficientemente ante la catástrofe económica.

Las medidas económicas las pagaremos los contribuyentes, sin beneficio de inventario. ¿Acaso vamos a salir del dólar y luego vender las empresas valoradas en 50 mil millones en unos 15 mil?, ¿y para salvar a quién? La Ley se hizo para proteger a los ciudadanos, no para condenarlos.

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