LAURA BENÍTEZ CISNEROS.
Las nuevas autoridades electas en los comicios del domingo pasado 24 de marzo, tiene un labor delicada y ardua con responsabilidad frente a los votantes que en su mayoría se pronunciaron por un cambio democrático de renovación, como sucedieron en algunas provincias del país.
Este análisis profundo de los electores debería quedar muy en claro que la responsabilidad no solamente es del Alcalde y el Prefecto, sino del conjunto que conforman la Cámara Provincial, integrada por los Alcaldes Cantonales y los Presidentes Parroquiales y la ciudadanía que son los corresponsables directos de lo que ocurra en las diferentes Provincias del país.
Está Cámara que se encuentra integrada por ciudadanos de diferentes fuerzas políticas que presentaron sus propuestas en la campaña electoral saquen a flote su contingente con una madurez cívica de patriotismo en la que la gente exige y espera obligando a dejar de lado las politiquerías, los intereses partidistas y las ambiciones del poder. Al pueblo le interesa priorizar que las nuevas autoridades trabajen mancomunadamente por un cambio trazando un camino, para que en los próximos años aprovechar de la mejor forma posible.
Eso no implica abandonar las tesis políticas, sino ponerlas al servicio de la gente y el pueblo. La ambición de estos años, muestra a un conjunto de Concejales disputando muchos de ellos espacios de poder y prepotencia buscando futuras posiciones en lugar de luchar por el interés ciudadano.
Esperamos que la unidad entre las Prefecturas y las Alcaldías aglutinen a las Provincias, para enfrentar ese aislamiento y trabajen con manos limpias y abiertas en comunidad con la gente y el pueblo que los eligió.
Por el progreso y adelanto de nuestras urbes que muchos lo necesitamos propios y extraños y por futuro de nuestras nuevas generaciones. Nuestros problemas necesitan soluciones y cambios, no hay desarrollo sin justicia social.