Cuando perder es ganar y ganar es perder

Zoila Isabel Loyola Román

Entre las paradojas sorprendentes con las que nos topamos a diario está aquella en que perder puede ser enriquecedor para nuestra vida. Lo que decimos de ninguna manera es un contrasentido cuando sabemos que, si volvemos a empezar, entonces perder se transforma en ganancia.

Perder es un tema con el que vivimos llenos de miedo porque estamos en un mundo de “ganadores” en donde solo el éxito es sinónimo de felicidad.

“¿Cuántas cosas las perdemos por miedo a perder? ¡Cuántas otras no ganamos por miedo a ganar!”, decía alguien y con muchísima razón, porque hemos perdido aferrándonos a miedos grandes o pequeños, pero miedos al fin. El miedo nos hace perder y el perder nos da miedo, un círculo que se estrecha cada vez más y nos asfixia para luego atraparnos. ¿Miedo a qué? Miedo a ser perdedores, Miedo por el que perdemos la confianza quedando a merced de situaciones que terminan derrotándonos.

El miedo a perder nos lleva a competir, para ganar siempre y de cualquier manera, pero ¡ganadores! Olvidando que la existencia humana está hecha de pérdidas y ganancias, de éxitos y fracasos. O si no, miremos con un poco de atención la vida de cualquier persona. Encontramos aquellas que lograron triunfar y hacer realidad sus sueños y quienes no lo lograron, tienen algo en común y ese algo es que ambas personas han tenido pérdidas o fracasos y lo más sorprendente es que quienes más éxitos han tenido, han tenido también muchos fracasos. Entendamos que un fracaso en sí mismo no es lo importante, lo importante es cómo respondemos ante él.

Siendo tenaces y persistentes, sin rendirse y estar dispuestos a hacer el mejor esfuerzo por lograr nuestros sueños, sin nunca dejar de intentarlo, porque la posibilidad de realizar un sueño es ya ganancia que hace interesante la vida. (O)

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