Carta abierta

Mario José Cobo

Sabes que mis sentimientos siempre están a la vereda de los tuyos. Entiendo que son tiempos difíciles, que la confusión muchas veces sobrepasa a la razón. Honestamente, tengo que decirte que es cierto, vivimos días de caótico pánico, en donde nos cuesta mucho encontrarle el sentido a nuestra vida. Sí, somos una bola de gas pequeñita, en la bastedad de un cosmos infinito, en donde nos sentimos atrapados, a la merced de los desastres naturales y extra espaciales, en donde calentamiento global parece imparable, el fin del mundo… incalculable.

No te lo creas, no los escuches, que nadie te diga que no se puede hacer nada, que no te quiten la esperanza del corazón. Somos nosotros, la generación despierta, los que tomaremos, no solo las riendas, pero las armas, en esta batalla contra el tiempo, una guerra que nuestros padres y abuelos no han tenido el coraje de afrontar. Somos militantes por la supervivencia, por el cambio, por la visión del humanismo como eje pilar entre tanta chatarra informática y desdén digital.

Somos los que hemos decidido cuestionar el estatus-quo, entre tanta gente que se autoalimenta su vanidad mientras mira pantallas de negro intenso. Ésa es la gente que te criticará, juzgará y querrá hacerte caer, pero que no te confunda la maldad de tus contemporáneos… entiende y abraza su ignorancia, ellos no han tenido el coraje que tú tienes para cuestionarte el valor de la flor, para admirar la belleza del pájaro y sentirte infinita bajo la luz del medio día.

Entre esa fina sutileza, entre tanta inteligencia emocional… nutre los hornos que algún día se convertirán en tu devenir. Porque, aunque no lo entiendas todavía, y parezca que se acaba el mundo y que nada tiene sentido, cuando seas mayor y pongas tu vida en perspectiva, te darás cuenta de que todo pasa por alguna razón… que evolucionarás. Que tendrás éxito y que tu vida tendrá sentido entre tanta felicidad y paz de espíritu.

No te rindas ahora, siempre tuyo,

Mario