¡Ya es tiempo!

Depositaré, una vez más, mis aspiraciones en una urna, en la que entrarán las más altas expectativas de transformación nacional, sé que pronto los ideales serán destrozados y olvidados por quienes buscan perennizar la revolución o por aquellos que prometen un cambio. Fervientemente, a pesar de las vicisitudes, iré a las urnas por la responsabilidad de ejercer ciudadanía.


No acudiré a sufragar para elegir un presidente, acudiré a entregar un voto por la paz y por la justicia. Acudiré a las urnas para expresar el dolor por la confrontación, por la lucha de clases, por la intolerancia y violencia que han azotado este país; acudiré a las urnas porque duele el Ecuador. Depositaré mi voto en un ánfora esperanzado en terminar con esta realidad de violencia que abrió heridas que aún están a tiempo de sanar y cicatrizar.

Cada insulto, cada agresión, cada humillación que testificó esta lid electoral, representan las lágrimas de una precaria democracia que urge reconstruirla y protegerla, en irrestricto respeto a los derechos y libertades personales y colectivas.


Sueño con despertar de esta pesadilla, sentir el abrazo sincero, honesto y respetuoso de nuestros hermanos; sentir el firme compromiso de construir nación como responsabilidad compartida, como un legado de nuestros próceres. Anhelo despertar de esta pesadilla, sueño vivir en un Ecuador de paz, de respeto, de auto-control, de auto-regulación; un Ecuador diverso, pluricultural, de pensamiento heterogéneo, de valores, de compromiso, de gente trabajadora, comprometida con el presente y futuro.


Este día olvidaré el verde y el blanco, los olvidaré completamente; recordaré que el amarillo, el azul y el rojo son los colores de esta Patria que nos invitan a sentirnos orgullosos de esta tierra, que a pesar de los malos políticos, siempre estaremos felices por habitarla, por navegar en su mar, por contemplar sus ríos, por respirar en sus bosques. Espero en este día que la voluntad expresada en nuestros votos sea respetada.

Es tiempo de paz, es tiempo de concertación, es tiempo de unidad, ¡ya es tiempo! Paz y libertad para Ecuador.