Ahora vienen los despidos

LUIS MUÑOZ MUÑOZ

Luego de las elecciones del domingo 24 de marzo pasado, se aproximan los despidos de los trabajadores y contratados en las Instituciones públicas, concretamente de aquellos que no hicieron proselitismo político a favor de los candidatos triunfadores, ni se prestaron para enaltecer virtudes de los mismos a cambio de permanecer en el cargo.

Esta actitud dignifica al ser humano, que se desempeña en las funciones asignadas con honestidad, honradez, pulcritud y eficiencia, por lo que su única carta de recomendación es el dominio del tema y la responsabilidad, por ello al ser cesados en funciones les quedará la íntima satisfacción del deber cumplido y de haber prestado sus servicios a la Patria, sin haberse inmiscuido en actos de corrupción.

Las nuevas autoridades necesitan cargos para sus partidarios y en ese afán no importa lo positivo del trabajo realizado por el trabajador saliente, ni el nivel técnico de cada funcionario, lo prioritario es procurar vacantes, práctica que se ha venido dando en forma reiterada en el país.

Esta forma de actuar perjudica la continuidad de los planes y programas en marcha y termina afectando a los intereses regionales y defraudando las aspiraciones de la gran mayoría de la población que, adeptos o no a los ungidos, aportan con impuestos y contribuciones al desarrollo y sostenimiento de obras básicas.

Ya empezarán los ententes de las autoridades electas para negociar la cuotas de poder en la intimidad de las instituciones y a espaldas de sus electores. Aquí se cumple el adagio popular: “yo te ofrezco busca quien te dé”, sin importar que se pospongan los planes de trabajo exhibidos en campaña y por los cuales recibieron el apoyo popular.

Es necesario evaluar la labor desarrollada por los servidores de las instituciones para no cometer atropellos laborales, que los llevarían a una indemnización que la pagaríamos todos. (O)