‘Una lechuguita’

Adolfo Coronel Illescas

El recién electo burgomaestre de Loja, Jorge Bailón Abad, al pensar en su nuevo mandato, de manera coloquial, ha confesado estar como “una lechuguita”, es decir, como una persona nueva, jovial, fresca, lozana a pesar de sus ‘ticinco’ años de edad. Tal vez lo dijo para morigerar el exceso de afectos de los partidarios y simpatizantes que le dieron un amplio triunfo. Sin embargo, es recomendable que no tome agua de lechuga porque ejercita mucho sueño y a cualquier adelantado lo hace atrasar.

Debe estar “una lechuguita”, para que no le pase lo mismo que con Regenerar. Él fue el idealista, el visionario de que Loja se transforme urbanísticamente. Fue el adelantado de este proyecto, pero se atrasó en la ejecución. Unos dicen por lento como el “pato” y la mayoría de lojanos que andamos despreocupados por la “tierrita diuno”. Otros, en cambio, replican que con enorme paciencia había que ir explicando en qué consistía Regenerar, habían algunos, inclusive como la CAF (que prestaba el dinero), que no entendían y ponían reparos, era menester entonces repetir la lección. Pero de estas historias salió ganando la ciudad, convertida hoy en una realidad y ensueño, en una aurora que abre sus ojos ante el porvenir del Ecuador.

Lo que es la vida y el tiempo. Bailón en marzo de 2010 nos puso a soñar a los lojanos con la presentación de la propuesta que por la usura del tiempo no la pudo ejecutar. Vino un adelantado y la adelantó. Hoy regresa nueve años más tarde a inaugurar esa obra, que diga lo que se diga, constituye un verdadero estímulo de beneficio para la ciudad que hoy se la ve guapa, imponente y ordenada.

Que el alcalde electo siga conservando ese ánimo alegre, positivo, entusiasta, y repitiendo estar “una lechuguita”, frase que puede servirle como inspiración para otra novela. Claro, Bailón es también literato, novelista, acaso no han leído de su autoría “Moreno en Vilcabamba”, pero Moreno el Cantinflas mexicano, no el nuestro que no se acuerda de Loja desde que perdió, como ahora, las elecciones. Que junto a su decisión y coraje para afrontar el porvenir siempre recuerde un pensamiento del escritor Wayne Dyer: “Para de quejarte (de la crisis económica del Municipio). Sé diferente en tu competencia. No seas un pato. Sé águila”. (O)