Educación en crisis

Daniel Jerez

En coherencia a una crisis generalizada que vive el país, resultado posiblemente de 10 años de desgaste y sostenimiento de un régimen que no supo gobernar en democracia, la educación esta sumergida en esta ola que cubre al Ecuador, con problemáticas de fondo que responden a esta crisis económica, social y de gobernabilidad.

Por un lado, tenemos a la Red de Maestros, gremio que ahora acoge al magisterio fiscal anunciando movilizaciones para exigir el alza de sueldos, donde sus dirigentes han mencionado que un docente empieza su carrera ganando USD 817, mientras que un militar USD 900, lo que consideran injusto para una profesión con tanta responsabilidad. Este mismo grupo, se siente perjudicado por el sistema de sanciones a las que son sometidos, muchas veces sin pruebas, según ellos lo explican. Además, a una evaluación de la cual en su gran mayoría no están de acuerdo en sus procedimientos.

En otro frente, se propone desde la Asamblea Nacional la eliminación del bachillerato unificado por sus bajos resultados al momento de la transición de los estudiantes a la universidad y en comparecencia del Ministro de Educación, el legislador Raúl Tello confronta, a través, de la inconformidad con el informe presentado en la comisión de la que hace parte, donde afirma la existencia de crisis por la mala calidad de la educación que surge desde la ineficiente gestión de esta cartera de estado.

Conjuntamente a estos aspectos de coyuntura actual, la crisis de la educación pasa como respuesta a una sociedad en decadencia, donde el sistema educativo resulta ineficiente para la demanda que reclama la dinámica social actual. Docentes que exigen pero no se exigen, en su mayoría sin una vocación, demostrada en el desinterés por prepararse mejor, leer, capacitarse y mirar a la educación como la alternativa para cambiar este país. Un estado que no logra sostener el sistema, habiendo instituciones educativas con personal docente incompleto, menos aún el personal idóneo o necesario para manejar el tema de inclusión educativa o de buen vivir.

El encontrar respuestas para garantizar el derecho a la educación de calidad, es una tarea primaria del estado, la comunidad educativa y la sociedad.