Sobre el teatro

POR: Luis Fernando Revelo

Cuentan los anales de la historia que el teatro como arte dramático tuvo su génesis en la legendaria Grecia, teniendo como plinto inspirador los rituales religiosos. Más tarde nacería el teatro romano con influencias del griego, donde se conjugaban la música, la danza y el arte escénico. Los espectáculos al aire libre estaban a la orden del día y su mira central era honrar al dios griego Dionisio.

Federico García Lorca decía que: “El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla, grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre…” Admiro a quienes les apasiona este arte.

Acabamos de celebrar el 27 de marzo el Día Internacional del Teatro y la Casa de la Cultura de Imbabura, en sus tradicionales Martes Culturales, rindió tributo a los maestros que cultivan este arte con la presentación de la comedia “La Serenata”, una propuesta que retoma lo más significativo de la estampa quiteña que fue declarada Patrimonio intangible del país.

Alguien decía: “Vivir del arte en nuestro país es realmente desventurado”. Las altas manifestaciones del espíritu y fundamentalmente las artes escénicas, están carentes de estímulos y de ambientes propicios. Empero, este fenómeno tiene algo de milagroso en los maestros Rodrigo Herrera Rosas y Rodrigo Delgado Torres, cuyo talento lo desarrollan en las instalaciones del Núcleo.

Ellos viven del teatro y el teatro vive a través de ellos. Desde sus mocedades han hecho del teatro y la danza contemporánea, respectivamente, una alta escuela del espíritu.

Felicitamos a todos los amigos que saben relievar al teatro como la cátedra más elevada de la belleza y de la cultura.