Hagamos algo…

Talía Guerrero Aguirre

Si amanecemos con sensación de insatisfacción por todo lo que nos rodea, pensando que nuestros problemas surgen por causas que están fuera de nosotros mismos y queriendo cambiar el mundo, pero limitados porque para hacerlo necesitaríamos crear una verdadera conspiración y es que solos no podríamos ir en contra de un sistema, de los políticos o de nuestros jefes si los tenemos. ¡Cierto! pero podemos elegir ser prácticos y empezar el cambio por nosotros mismo, desde esa dura crítica interna que nuestra mente nos impone para evitar que seamos extraordinarios.

“Una madre tigresa había empezado el trabajo de parto justo después de atacar un rebaño de ovejas y comerse una de ellas. En ese momento nació el cachorro, pero la tigresa murió. Así, el tigrecito recién nacido se encontró rodeado de ovejas, huérfano y pensó que él era una más de esas ovejas. Entonces, fue adoptado por el rebaño y vivió como si fuera un cordero, comía hierbas y balaba como sus supuestos hermanitos. Al cabo de un tiempo, un tigre adulto lo vio desde lejos, y horrorizado por la humillación que suponía ese espectáculo para la raza de los tigres, se lanzó furioso sobre el rebaño; agarró al tigre ya joven, y lo obligó a mirarse en la superficie del lago. Luego mató a una de las ovejas y le puso un gran pedazo de carne entre las fauces; al joven tigre primero le pareció tremendo esa especie de acto caníbal que debía perpetrar, pero pasados unos segundos se dio cuenta de que la carne de su “hermana” oveja sabía mucho mejor que la hierba que había comido hasta entonces. En ese momento el joven tigre soltó un gran rugido, y las ovejas entendieron que su hermano rayado había cambiado, porque había comprendido lo que realmente era: un tigre y no una oveja”.

Al querer cambiar, debemos aceptar quiénes somos esencialmente y sentirnos responsables de nuestras propias vidas; porque los obstáculos más grandes que enfrentaremos en este buen propósito, serán las limitaciones que nosotros mismo nos pondremos, y luego los límites que los demás querrán imponernos. (O)