‘Bienaventuranzas del político’

Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb

Esta semana termina la campaña electoral, ello nos dará algo de respiro, y de mañana en ocho, como solemos decir, viviremos la jornada electoral

Traigo a estas líneas las “Bienaventuranzas del político, propuestas por el Cardenal vietnamita Francisco Javier Nguyen Van-Thuan y que me han parecido muy interesantes.

“Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel.

Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad.

Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.

Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.

Bienaventurado el político que realiza la unidad.

Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical.

Bienaventurado el político que sabe escuchar.

Bienaventurado el político que no tiene miedo”

Pero Jesús en el Evangelio no solamente nos presenta “Bienaventuranzas”; también dice palabras duras, que las hemos llamado “Maldiciones” o “Ayes”.

Me atrevo por cuenta y riesgo, a redactar algunos “ayes”, contrastando con las Bienaventuranzas antes señaladas:

Ay de aquellos políticos que han llegado a la política sin realmente saber qué hacen allí.

Ay de aquellos políticos que no son sinceros, que mienten, engañan, con tal de ganar un voto.

Ay de aquellos políticos que se olvidan de quienes los eligieron y buscan su propio bien.

Ay de aquellos políticos que cambian de un partido a otro y no son coherentes con sus principios y valores.

Ay de aquellos políticos que construyen muros, no puentes, que dividen, ofenden y calumnian habitualmente.

Ay de aquellos políticos que no saben escuchar, que buscan imponer sus ideas y criterios, que son intransigentes y se van contra la dignidad de las personas.

Ay de aquellos políticos que se creen dueños de una colectividad, que se sienten irremplazables, que creen saberlo todo y ser la solución a todo.

Pudiéramos seguir con estos “ayes”, hay muchos más. Pobres de nosotros, qué tenemos que votar ante una “explosión” de candidaturas. (O)