Comenzó el ajuste

Ugo Stornaiolo

Aunque no se conoce el número de servidores públicos despedidos antes del feriado de carnaval, especialmente en salud, educación, ambiente, hidrocarburos y otros, queda claro que con el FMI, el Banco Mundial y otros organismos, llegaron también, junto con los dólares para equilibrar el presupuesto, los ajustes a la economía.

La visita del vicepresidente del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe dejó muchas sonrisas para las fotografías, pero también las inevitables remembranzas de lo que el FMI y esta institución hicieron en el pasado.

Los organismos de crédito internacional asesoraban a los gobiernos en la elaboración de cartas de intención que, durante los años del retorno a la democracia –entre 1979 y 2003- eran publicadas en los medios de comunicación. Las medidas que el FMI y el BM exigían, a cambio de los créditos, eran aumentar impuestos y pago de servicios, así como precios de los combustibles, que generaban muchas protestas en las calles, que eran reprimidas.

Con lo sucedido ahora, la protesta está focalizada. El Gobierno insiste en que los desembolsos servirán para financiar proyectos sociales y necesidades urgentes. El Banco Mundial entregará al país $ 1.744 millones hasta 2021, como parte del acuerdo con otros organismos multilaterales, para financiar el Plan de Prosperidad del Gobierno.

Sin embargo, detrás de todo hay un agresivo plan de reformas, que incluirá seguramente el incremento de tarifas de servicios básicos, combustibles, recortes presupuestarios y eliminación de partidas de trabajadores del sector público, para reducir el tamaño del Estado. Esta medida ha empezado a ser implementada.

La cada vez más precaria situación del Gobierno está obligando a buscar financiamientos en muchas fuentes (todavía se debe pagar los préstamos chinos). Sin embargo, del dinero que fue robado durante la década del correísmo no se ha recuperado ni un solo centavo. Al final, los ajustes siempre los terminan pagando los mismos: las personas que declaran y costean los impuestos, es decir, los trabajadores del sector formal. El ajuste ha llegado y podría ser solamente el comienzo.

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