El maíz, un cereal milenario que se da en ‘La Once’

LABOR. Una parte de la cosecha sirve para el comercio y otra para el consumo familiar.
LABOR. Una parte de la cosecha sirve para el comercio y otra para el consumo familiar.

Los agricultores de varios sectores de Cotopaxi son guardianes de las mazorcas.

Redacción TUNGURAHUA

Los pueblos milenarios del Abya-yala (América) han sembrado por miles de años el maíz, grano que ha estado presente en la transformación de la humanidad. Las historias antiguas mexicanas cuentan que el ser humano fue creado de maíz, los mayas harían de este cereal su símbolo de divinidad, y en el sur de América se utilizaría en la alimentación como ingrediente especial para elaborar la chicha, que siempre ha servido de ofrenda en la cosmovisión andina.

Existen varios relatos acerca de este grano, que van desde la espiritualidad, su cultivo a través de los años, leyendas relacionadas a dioses y sacrificios, entre otros.

En Ecuador, Cotopaxi es un referente de las mazorcas. En Latacunga, los campesinos han dedicado toda su vida al cuidado de este grano sagrado.

Gustavo Tapia, a quien le gusta la agricultura, es un heredero del maíz, sabe cuándo sembrar, cómo cuidarlo y cuándo cosechar. Este hombre conoce perfectamente el suelo arenoso de sus terrenos donde ha cultivado maíz por más de 50 años.

El señor Tapia es oriundo de la parroquia 11 de Noviembre, más conocida como ‘La Once’, sector que se encuentra a unos 16 km aproximadamente desde el centro de Latacunga. Al caminar por los barrios de ‘‘La Once’ se puede observar que todas las familias tienen sembríos de maíz. Hay quienes tienen parcelas muy pequeñas con unas 100 plantas de este cereal y otros lotes que seguramente tendrán más de mil plantas.

Saberes agrícolas

En el campo, los conocimientos ancestrales se trasmiten en el seno familiar. Don Gustavo dice que aprendió a querer el maíz gracias a sus padres: “Mis papás siempre fueron agricultores del maíz desde que yo me acuerdo; cuando era niño ya ayudaba a sembrar”, recalca.

El tiempo de preparar el terreno es octubre; en este mes el campesino debe remover y abonar la tierra, lo cual hace con las cañas secas que han quedado de la antigua labranza.

La siembra se realiza entre noviembre y diciembre. Don Tapia manifiesta que el paso después de la preparación de la tierra es escoger las mejores semillas de la cosecha anterior. El tractor deja marcado en el terreno los surcos, entonces, con ayuda de un azadón se hacen pequeños huecos, la distancia entre uno y otro es a buen paso, como diría Gustavo: “Se bota dos o tres granitos y se va tapando la tierra con el pie”.

Durante enero todos dedican tiempo para deshierbar, acción que le permite a la planta crecer y desarrollarse. La sabiduría de este hombre es amplia, habla emocionado del maíz. Señalando la hoja cuenta que se debe sacar la mala hierba, porque las plantas son como las personas, hay que cuidarlas y sacar lo malo para renovarse.

El ‘mishki’

La palabra kichwa ‘mishki’ se traduce en castellano dulce, fragante y sabroso. Esta es una variedad de maíz que a Gustavo Tapia le fascina. Cuando habla de este grano los gestos de su cara parecen que lo estuvieran degustando. “El maíz que yo siembro por años es el mishki, este es un maíz larguito y bien suavecito, es un excelente maíz”, recalca. (MBG)

CUIDADO.  La planta debe ser vigilada por el agricultor para que se desarrolle bien.
CUIDADO. La planta debe ser vigilada por el agricultor para que se desarrolle bien.

Alimento

° Durante el proceso del cultivo del maiz se pueden obtener diferentes platos típicos y delicias gastronómicas. “Si Dios quiere en abril ya ha de haber choclos para hacer las humitas y en julio o agosto ya están las mazorcas para desojar, desgranar, hacer tostado con la familia y hacer polvo para las tortillas”, comenta el agricultor Gustavo Tapia.

El consumo de este cereal cultivado en propiedad asegura la gente de ´La Once´ permite tener más años de vida y crecer fuerte, es así que en los mercados y plazas de Latacunga nunca faltan las deliciosas tortillas elaboradas con maíz.

EL DATO

Cuando llueve las plantas pueden nutrirse naturalmente, pero en días secos la gente de ‘La Once’ utiliza riego por aspersión.