Kákics

Quizá este extraño nombre, a nadie le dice nada, pero nos estamos refiriendo a uno de los más afamados grupos tradicionales de Hungría. En coordinación con la Embajada de Hungría, la Sede Nacional de la Casa de la Cultura, y el Núcleo de Imbabura, presentamos el pasado martes cultural un espectáculo de lujo: música y danza folclórica con este catalogado conjunto húngaro.

La agrupación Kákics fue fundada en 1997. Sus miembros son músicos profesionales quienes consideran importante el estudio de la música popular y las tradiciones de los pueblos húngaros, así como la difusión de estas a través de sus conciertos. Ellos acreditan una brillante trayectoria desde sus actuaciones en su país de origen, recorriendo todos los países europeos, hasta festivales internacionales en la India.

Doce consagrados artistas haciendo un despliegue de talento y creatividad en el escenario, la maestría en la interpretación de sus instrumentos típicos como la gaita húngara, la zanfoña de la gran llanura, las flautas utilizadas por los pastores húngaros, el violín, la viola y el contrabajo, acompañaron a sus magistrales composiciones. Estos instrumentos son utilizados originalmente en las respectivas provincias de donde proviene su música.

Su repertorio musical diverso, sus canciones que plasman la historia del país, cómo siente y piensa su pueblo acerca de la vida, el amor, la alegría, la tristeza y la muerte, arrancaron las ovaciones del público que se dio cita al Teatro Imbabura. Las danzas nos dieron una muestra colorida de la virtuosidad de los hombres húngaros. Ellos expusieron su tradicional danza popular que fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¡Nuestra enhorabuena para estos embajadores del arte musical!