Ulfer Alejandro Trelles Ordoñez
La alternabilidad política se conmina a que los gobernantes que han sido elegidos mediante el voto popular propongan la alternabilidad política, una oxigenación en la administración de las instituciones estatales, y no se perpetúen en el poder, lo cual es totalmente antidemocrático.
En los últimos años en el Ecuador hemos podido observar que ha existido lemas de campañas que hacen alusión a décadas de ser administrados por una misma línea política y por las mismas figuras políticas, que han ocupado los distintos cargos de elección popular, tampoco es ajeno el mismo panorama en lo que concierne a los gobiernos seccionales, podemos observar que la alternabilidad política en el país no se llegó jamás a establecer, existen grandes riesgos a partir de esta perpetuación en el poder ya que una persona, partido o proyecto político, poco a poco puede ir formando una fortaleza en la cual por medio de su injerencia logre el control de instituciones, inclusive de las instituciones de control estatal, pudiendo así estar utilizándolas para beneficios propios y dando como resultado, actos repudiables de corrupción que tanto daño nos han hecho en el Ecuador.
En un engaño de alternabilidad podemos observar cómo figuras políticas caducas, con muchas falencias en el ejercicio de la administración pública deciden postularse en dignidades diferentes para continuar con sus propios proyectos políticos, desnaturalizando el fin de la política que es actuar en beneficio de la comunidad.
Los únicos que podemos evitar todo esto somos los ecuatorianos haciendo un análisis meticuloso de quienes proponen los distintos planes de trabajo que éstos sean reales y alcanzables, después nos preguntamos el porqué de los diferentes problemas sociales, económicos, culturales cuando tú no analizas tu voto, y permites que se perpetúen en el poder. (O)