Felonía vs. lealtad

El juramento es una obligación contraída con una persona, mediante contrato o promesa para cumplir lo prometido; ese compromiso que en los actores políticos no es muy común, por cuanto los sujetos candidatos solamente se dedican a enunciar simples planes de trabajo, jamás adquieren un compromiso u obligación con su pueblo, por lo cual en el ejercicio del poder cumplen a medias o no cumplen los planes y programas presentados a la comunidad.

Con sorpresa observamos que una bien intencionada candidata a la Alcaldía del cantón Esmeraldas, el martes 26 de febrero en uno de los canales de la localidad hizo un compromiso, mediante un juramento público ante la comunidad de ‘no robarle a su pueblo’, pedido que lo hicimos hace un poco más de un mes en nuestra columna de opinión a los candidatos en general y que por casualidad ha sido la única candidata que valientemente se atrevió realizar tremendo juramento, que la compromete a cumplir con su actitud de no robarle a su pueblo, en caso de llegar al poder.

En buena hora, en tiempos de pasar por la pesadilla de los correítas, que en todos los niveles del poder cometieron actos de felonía, causando con su deslealtad en contra de su pueblo, las peores consecuencias esperadas, como son quiebra del IESS, recesión, falta de circulante en el mercado, falta de empleo, hambre y miseria, inseguridad jurídica y social, crecimiento de la delincuencia, endeudamiento que sobrepasa la capacidad de pago, etc.

Esmeraldas necesita de actores políticos serios y honestos, que lleguen a los cargos de elección popular a manejar con honradez y pulcritud el dinero que ingresa por concepto de asignaciones del Estado y por la vía de cobro de tasas e impuestos, de tal suerte que las obras necesarias para el desarrollo como el nuevo sistema de alcantarillado, agua potable, repavimentación integral de las calles de la ciudad, canchas deportivas, servicios médicos, servicios educativos, puentes necesarios para acceder del centro de la ciudad a los puentes de Tachina.

Además, puentes elevados en el sector del León, La Propicia a la altura de la Policía, eliminación de la mal llamada ciclo vía y otras obras que sean de feliz realización, para alcanzar el gran desarrollo y bienestar que nos han negado. Bien por el juramento hecho por la candidata de no robar a su pueblo, ¡aplausos!

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