Andrés Ontaneda
Promesas hasta veces inicuas, mensajes con falta de sindéresis, pancartas con sonrisas falsas, es momento de salir de campaña. Sin embargo, ha llegado la hora y el desafío de elegir a nuevas administraciones públicas en los gobiernos autónomos de nuestro cantón y provincia.
Sólo imaginemos qué sucedería si sólo uno de ellos dejara de lado la camiseta de número y color (partidismo) y vistiera los colores de esta Loja de Mercadillo que guardaran por un momento su ideología política y extendieran su mano “izquierda” como símbolo de desarrollo y sea nuestra voz del corazón, y brinde su mano “derecha” en honor a la verdadera amistad y compromiso social.
Dejemos de lado el egoísmo territorial y utilicemos el sector urbano como nuestro eje de comercio, turismo, tradición y cultura; y aprovechemos el lado rural para desarrollo, progreso, economía e industrialización, además, no dividamos los servicios sino que sean enfocados con responsabilidad social hacia lo económico, ambiental y social.
También luchemos por una calidad de vida justa y digna, con un Cabildo holístico que no necesita peleas, sino propuestas, soluciones y ejecución de la política pública local, y que la única persecución se haga hacia la conciencia individual y el coste social.
Que el voto no sea sólo cuantitativo y se convierta en la voz en el Cabildo y no se apague después de la campaña para que sea escuchada durante toda la época de gobierno, que las sesiones no cierren sus portones y extiendan la mano como lo hacen ahora en la cruzada, y sus promesas no se desvanezcan en el agua y se cumplan sin necesidad de recordarla.
Que las críticas constructivas sean aceptadas y sus palabras tengan congruencia moral y social para poder decirle al Ecuador y al mundo: “Quien no conoce Loja, no conoce mi país». (O)