Se requerirá de grandes sacrificios

Pocos gobiernos de nuestra región han logrado, en tan poco tiempo como Ecuador, acuerdos a largo plazo con el FMI. Con ellos se abrió una puerta para que otros seis organismos multilaterales hicieran otro tanto. El monto alcanzado en préstamos (10.275 millones de dólares) con bajos intereses, era algo impensable hace apenas dos años. Es un respiro para el Gobierno y también para toda la sociedad.

Estos dos últimos actores deberán hacer sacrificios, dar muestras claras de seriedad en el cumplimiento de los acuerdos, dejar atrás el derroche y el mesianismo populista, y dar juntos la cara a los desafíos económicos y sociales más importantes que nos afectan. ¿Cuáles son las medidas de ajuste y el plan de sostenibilidad que sirvieron de base a los acuerdos alcanzados?

Nuestra historia con el Fondo ha sido de costosos altibajos. Ahora se quiere reescribirla con un ingrediente que faltó en los capítulos precedentes: la confianza. Sus pilares son las acciones a emprender en el campo fiscal, tributario, laboral y de optimización del sector público. Por lo pronto, las autoridades hablan de una reducción anual del 1,5% en el déficit hasta llegar a un superávit de 3% en 2021.

Algo muy ambicioso, que requerirá de grandes sacrificios. La idea demagógica del Estado benefactor deberá sustituirse por la de un propiciador de desarrollo desde dentro de la sociedad, con el concurso de todos. Significa dejar atrás los desacuerdos permanentes y sistemáticos sobre las iniciativas económicas que se generan desde el Ejecutivo, y la sensación de estar permanentemente al borde del abismo.

«No me gustan los delincuentes que quebrantan las leyes -dije. – ¿De qué otra clase puede haber? -Los que las hacen”.

Philip Kerr
Escritor escocés (1956-2018)

«Un hombre educado es el que tiene los amores y los odios juntos”.

Lin Yutang
Escritor chino (1895-1976)