¿Desconfianza con la Policía?

Nadie debería tenerla. El papel de la Policía en la protección de la sociedad y represión del delito pasa por investigar, diseñar, proponer e implementar propuestas para identificar y corregir sus fallas. Algo que comienza por corregir el déficit de 5.747 armas, dar un entrenamiento adecuado en el uso de las armas a sus miembros y dotarles de esposas, gas lacrimógeno y otros elementos.

“Están facultados de usar la fuerza, tienen la obligación de hacerlo en el marco de la Ley y siguiendo los procedimientos”, dijo recientemente la Ministra del Interior en la Asamblea Nacional. Informó que la institución tiene 48.200 policías activos, hombres y mujeres, y que “su actuación para luchar contra el delito y proteger la vida de los ciudadanos tiene el respaldo del Gobierno”.

La legitimidad de la policía es multifactorial, diferente de la obligación de solo obedecer y determinante para la cooperación entre policía y ciudadanía. Nace de la legalidad de sus acciones y de su posición como autoridad, dado que la labor policial es un bien público y debe ser distribuido de manera equitativa. Factor determinante es la calidad de las decisiones policiales y el trato a la ciudadanía.

La credibilidad y la confianza en la institución policial desde hace mucho tiempo se han venido deteriorando, tanto por el lado de la sociedad como del tratamiento que los gobiernos de turno recibieron. Restituir la seguridad en la Policía o restaurar su legitimidad es una tarea impostergable, que debe asumirse como política de Estado, independientemente de quien esté al frente del Ejecutivo. Solo así vuelve la confianza.


La vida está en gran parte compuesta por sueños. Hay que unirlos a la acción”. Anais Nin Escritora francesa (1903-1977)

Porque la verdad nunca se da pura y necesita siempre de las apariencias, como el ciego del perro”. Luis Landero Escritor español (1948)