Hampa y comunismo

ORLANDO AMORES TERÁN

Quien tiene bienes es tan ciudadano, como aquel que no los dispone, pero no por ello hay que humillarle. A ambos hay que protegerlos; a los primeros, dando facilidades para la inversión; a los segundos, generando fuentes de empleo, estimulando el emprendimiento.

La inversión y el trabajo deben coexistir y obtener beneficios; lo que sucede es que los politiqueros piensan en votos y adoptan mecanismos como los «bonos», que anulan la iniciativa, provocan complacencia, cortan objetivos. Impedir los deseos de superación, transformando al pueblo en seres satisfechos con un miserable bono estatal, es totalitarismo.

Auspiciar el emprendimiento, la inversión, es ejercer libertad en democracia. Hay que fomentar trabajo, emprendimiento, inversión, como comportamiento cívico. La humanidad se conecta por una red de mentes que cruza el tiempo y el espacio, lo cual hace posible la creación de muchas cosas. En el comunismo esa conexión es interrumpida, por la imposición ideológica que impide crear la complejidad enriquecedora que comporta la democracia en libertad, que se asimila a una explosión de ideas, en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida, pero el castro-narco-comunismo al tomarse el Estado, lo hace de modo «irreversible», a través de la «plebeyización» de la justicia y la política, que significa hacer de la bazofia social: mediocres, ineptos, imbéciles, oportunistas, cínicos, los nuevos funcionarios y representantes de la política; destruyendo los valores anteriores.

Eso explica la presencia de tanto mequetrefe y ladrón en el Estado. Para los comunistas, el líder es el sumo sacerdote, admiten ser sus bufones, porque solo valen por lo que él decide hacer con ellos, ejemplo Khrushchev: un analfabeto que llegó a ser gobernador de Moscú, mataba a los «enemigos del pueblo» durante el día, y se humillaba divirtiendo a Stalin, durante la noche. Beria: un canalla que secuestraba mujeres, violaba y asesinaba, era el jefe del servicio de inteligencia soviético. Nada ha cambiado; hoy, la organización criminal narco-comunista se especializa en atracar estados, como el hampa, en asaltar bancos.

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