DIANA LUZURIAGA VERA
El tiempo nos va forjando y moldeando según lo que vivimos. El tiempo nos da la razón en algunas cosas, pero en otras nos la quita, nos sorprende y nos hace valorarlo al mirar hacia atrás. La vida tiene momentos lindos y perfectos, pero también instantes llenos de angustia y tristeza, perder un ser querido, es muy duro. ¿Cuánto desearíamos que esa persona estuviese aquí? Nos imaginamos abrazarla, decirle todo lo que sentimos, pero ya no está, esa es la realidad. Como también es realidad que vivimos con prisas, no prestamos atención a nuestro alrededor, siempre ocupados, desconectados del aquí y ahora, entre tanto los días, meses y años pasan, los hijos se hacen mayores, los padres envejecen, las amistades y familias se dispersan y sin darte cuenta la vida se evapora.
¿Podemos cambiar esto? propongo un reto, una manera de autoconocernos, de ponernos a prueba, y de ir dando pasos hacia una vida más consciente y conectada, aplicando la regla solo por hoy durante 8 días. Este reto consiste en: vivir cada día como si fuera el último, en nuestros hogares, lugares de trabajo, con nuestros vecinos, amigos y con quienes nos encontremos en el camino, haciendo lo cotidiano pero meditando si fuera el último abrazo, beso, saludo, etc.
La idea no se refiere a despedirnos sino a enfocarnos, trata de averiguar y dirigir todas las energías hacia lo que es más importante en nuestra vida y cómo añadir más de eso en la rutina diaria. La evolución de cada día, dependerá de lo que tú quieras que sea, si malgasto el hoy, destruyo la última página de mi vida, por tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no retornará jamás.