Enfoque de trabajo

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Los ecuatorianos nos proyectamos a cumplir el Mandato Constitucional de elecciones libres y planificadas para el nuevo período de cuatro años de dignidades que tomarán las riendas de planificación y administración del terruño patrio. En cada provincia se observa la oleada de participantes que al parecer apuestan a salvar la regeneración urbana y parroquial en todos los aspectos loables para el buen vivir.

Importante es contar con excelentes asesores y experimentados ciudadanos que ilustren el desenvolvimiento de trabajo que prometen cumplir los candidatos, entiéndase que gramaticalmente el género masculino que cito contempla la generalidad del sustantivo. Acertadamente los medios de comunicación han programado la agenda participativa de los aspirantes mediante sorteo previo y notificación anticipada, de esta manera la inasistencia al compromiso de notoriedad participativa implica que se observe la “silla vacía” al esperado cometido de escuchar atentamente la entrevista directa que quedará impresa – grabada en el medio de comunicación.

Valga este calendario de “enfoque de trabajo” para observar y escuchar el desenvolvimiento del participante con lujo de detalles: puntualidad, desenvolvimiento, imagen, léxico fluido -sin muletillas ni repetitividad-, concentración y concreción en la respuesta a la pregunta. No es posible que aparezcan candidatos carentes de preparación y desenvolvimiento para ocupar el cargo que ostentan; no es líder el que más grita y no habla o conversa, la arenga política requiere la expresión oral culta y delicada a fin de que se demuestre el grado de educación y formación que se tiene.

El momento político que se vive no es desde el 5 de febrero como fue dispuesto por el CNE sino desde el año pasado, pues los regalos y derroches ya vienen desde tiempo atrás al igual que la propaganda política de la que es difícil rendir cuenta, explicar y hacer creer lo que se tiene. Está visto una vez más el desmedido deseo de llegar a ostentar el puesto por el que se brega, pero difícilmente a servir al lugar al que se debe. Se promete tanto que vale que se haga en casa el listado prometido y luego recalcar las falencias e incumplimiento que seguimos viviendo los esmeraldeños como siempre se dan: “yo ofrezco, busca quién te dé”.

Sigamos observando y escuchando las participaciones y sendas ofertas de campaña para sacar nuestras propias conclusiones sin contar con los pajaritos de mil colores.