Espíritu colaborativo

Lucía Margarita Figueroa Robles

Como sucede en las grandes organizaciones mundiales, fábricas o empresas, como Google por ejemplo, se mantiene una filosofía muy específica que es la que cualquier empleado puede ser artífice de una gran idea. Por lo que se torna necesario contar con plataformas para que se pueda lograr la contribución idónea. Y es que de trabajar en equipo a trabajar colaborativamente existen algunos contrastes, considerando que el promover una cultura colaborativa dentro de una organización es el mejor camino para lograr el éxito, aunque evidentemente exija mucho más esfuerzo por parte de los profesionales en una u otra rama, pero siempre queda la contraparte, el conseguir grupos mucho más productivos y mucho más eficientes en dicha institución.

Es así que podemos lograr establecer espacios en los que todos tengan la oportunidad de expresar sus puntos de vista, sumando un valor añadido con cada propuesta, pero sobre todo, aportando a la empresa un cúmulo de oportunidades. Se deben promover, inculcar y rescatar los valores universales, para lograr un comportamiento armónico al interior del establecimiento, pero sobre todo en la vida personal, ya que una vida profesional sin valores no tendría sentido.

Y de igual manera en el ámbito educativo, con la finalidad de lograr una cultura colaborativa, vinculada con aquellos rasgos de trabajo, se debe fomentar que los maestros compartan las decisiones y trabajen en equipo, en todo momento, cuando dialoguen sobre cualquier aspecto de su diaria labor, compartan recursos y materiales, criterios de planificación, soluciones frente a problemas comunes, etc. Se debe considerar que realmente estas modalidades crean ambientes de aprendizaje enriquecido, en los cuales se instala la idea de que aprender es una tarea que no termina nunca y un compromiso genuino con su profesión y su perfeccionamiento. (O)