¿El ‘verde’ se repite?

Adolfo Coronel Illescas

A propósito del ‘impuesto verde’ me puse a recordar que en los tiempos de la democracia apaleada, para imponernos el color verde el Gobierno anterior, donde todo era verde hasta los dólares que se llevaron, por disposición del entonces Adán de la Revolución Ciudadana en el 2011 Petroecuador implementó el plan de mejoramiento de la calidad de los combustibles y patentó el Impuesto Ambiental a la Contaminación Vehicular (IACV), conocido como ‘impuesto verde’, a ser pagado por los propietarios de vehículos de todo el país. Desde 2012 a 2018 por este tributo el Servicio de Rentas Internas (SRI) ha recaudado 843.3 millones de dólares. Sin embargo, la calidad de los mismos con una mejora mínima o nula ha desmejorado la vida útil de los vehículos.

Este ‘impuesto verde’ impuesto por los verdes, color que continúa sin descolorarse, está disparando reclamos en el Ecuador de ‘Los 4 mundos’. ¿Por qué? Dicho tributo tiene una exoneración de porcentajes a cobrar anualmente, y este año 2019 debe pagarse el 100%, razón suficiente para generar serios problemas económicos en los propietarios de vehículos con motores que van desde los 1500 cc. La situación está repartiendo ánimos pidiendo se elimine este “exagerado”, “anti técnico” e inconstitucional impuesto, que además no ha cumplido sus fines.

Pobres los propietarios de vehículos. Me dan pena. Y yo me doy pena porque también estoy en la lista de los que nos tratan como franela de auto viejo, de esos que pasan guardados por temor al ‘impuesto verde’. En un país donde solo se habla de deuda e impuestos es justificable la inconformidad y el pedido de derogatoria.

Hacer comparaciones con lo de antes, lo de ahora y lo que se piensa hacer suscita un sufridor panorama. Lo mismo que sucedió en el anterior sucede en el ‘Gobierno de todos’. Justificó el alza del precio de la gasolina súper, para mejorar su calidad. ¿Acaso este ‘moreno piropo’ no es otro ‘impuesto verde’? Ya se ha recaudado una millonada y los ecuatorianos como siempre bailando al son que nos toquen los que tengan el poder. Por eso, cuando uno se detiene a observar el país en que vivimos y la suerte en que estamos sumergidos, no sabemos si sonreír o lamentarnos. ¿El ‘verde’ se repite? ¿Qué opina usted? (O)