Aires de libertad

Venezuela comienza a respirar aires de libertad, pues, es tan grande la resistencia que cada día va en aumento, gracias al civismo de la colectividad venezolana, frente a la tiranía del gobierno. Llegó la hora de decir: “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”.


Los males que aquejan a esa rica nación, empobrecida por culpa del modelo económico que dejó como herencia Chávez, fundamentado en un nefasto socialismo siglo XXI, han llegado al extremo de tolerancia, en donde la persecución a la valiente oposición es pan de todos los días, la justicia baila al compás de las órdenes del gobierno, que en vano esfuerzo maquiavélico, se vale con argucia preñada de hipocresía malévola, para imponer normas y conductas disfrazadas de democracia, que ocultan la aberrante maquinación de los tiranuelos.


Por fin parece que comienza a dejarse ver, aunque sea mínima, una presión internacional que reclama a Maduro rectificaciones, sobre todo en la aplicación de la justicia y la libre expresión del voto en las próximas elecciones, en las que el gobierno no permitirá determinados observadores internacionales, por alguna razón que resulta sospechosa a la vista de toda la vindicta pública de Venezuela y el mundo libre.


Hoy hay en Venezuela una consciencia robustecida por el dolor que siente el pueblo, por el inmenso sacrificio que está pasando derivado del desgobierno, que pretende a toda costa hacer creer, que ese fantasmagórico socialismo siglo XXI sigue siendo la salvación para mejores días. Farsa y más farsa, que resulta como comer máchica sin saliva.


El grado de inseguridad es tremendo en Venezuela, la pobreza está cruzando la línea hacia la indigencia, los salarios han perdido su poder adquisitivo en sumo grado, los alimentos escasean, tanto o más que las medicinas, la recesión es manifiesta, etc. y ha llegado a rebozar el vaso, las noticias internacionales que salpican y manchan al gobierno de Venezuela, al Presidente de la Asamblea, al Presidente de Venezuela, los parientes del Presidente, como de su esposa.


Yo me atrevo a vaticinar, sin ser mago o agorero, que la oposición luchando contra todas las artimañas del gobierno, derrotará en las próximas elecciones al socialismo siglo XXI.

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