Algunas medidas para combatir la corrupción

Remo Cornejo Luque

La corrupción es un mal inherente de la sociedad capitalista. La lógica del individualismo, del “ganar-ganar”, es la base conceptual sobre la que se erige la acumulación de recursos en detrimento de los intereses del país. Los funcionarios corruptos son presas de esa concepción de vida.

El Derecho, como instrumento de las clases dominantes, es utilizado para sacar ventaja y aprovecharse de la legalidad para encubrir las pillerías. Durante la “década saqueada”, se pudo ver como los discursos de la transparencia se transformaron en grandes negociados.

Las reformas legales son sustanciales para generar mecanismos de prevención o combate a la corrupción, pero es menester un cambio en las ideas y prácticas dominantes en la sociedad para extirpar este mal.

Por ello, desde los sectores democráticos y de izquierda se propone: a) Mayor participación ciudadana, instauración de mecanismos de contraloría popular, protección a las veedurías y a los denunciantes; b) Reforma a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información; acceso ciudadano a las bases de datos de las instituciones públicas, publicación de las relaciones comerciales y la participación en empresas por parte de los funcionarios de elección popular o de los jerárquicos superiores y de sus familiares hasta el segundo grado de afinidad y cuarto de consanguinidad; c) Abstención de participar en discusiones y resoluciones por parte de los funcionarios que tengan intereses particulares directos en la aprobación de leyes, etc.; d) Reforma a la Ley de Contratación Pública, eliminando los sistemas especiales de contratación, incluidos los de defensa; e) Eliminación de requisitos pre procesales para la investigación penal en casos de peculado, enriquecimiento ilícito, cohecho, concusión.

Estas son algunas medidas legales que pueden darse con el fin de generar elementos de combate a la corrupción. (O)

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