Breve recorrido por los clubes de lectura en Quito

LECTORES. César Chávez dirige ‘B-Sides de la literatura’. Ahora leen a E. L. Doctorow, Felisberto Hernández, Katherine Mansfield, entre otros. (Foto tomada del Facebook Kafka Escuela de Escritores)
LECTORES. César Chávez dirige ‘B-Sides de la literatura’. Ahora leen a E. L. Doctorow, Felisberto Hernández, Katherine Mansfield, entre otros. (Foto tomada del Facebook Kafka Escuela de Escritores)

¿Qué hay tras la última página de un libro? Primero, el impacto del esperado y temido final, que puede tanto decepcionarte como volarte los sesos. Segundo, la conocida sensación de vacío al despedirte del que por semanas, incluso meses, fue compañero de viaje y refugio. Y tercero, he aquí la cuestión, la frustración de tener que guardarte tus impresiones y puntos de vista sobre la experiencia.

En un mundo ideal, uno podría llamar por teléfono a un amigo, invitarle un café y compartir con él lo que acabas de leer. Con mucha suerte, el habrá leído el libro y te compartirá sus opiniones. En la realidad, el ajetreo diario y la conmoción que provocan las noticias del mundo dejan poco tiempo para ponerse a conversar sobre ficciones.

Afortunadamente, no estamos solos en el mundo. Los clubes de lectura existen, sí, incluso en países imaginarios como el nuestro, donde hasta hace algún tiempo las encuestas reflejaban que el ciudadano promedio lee medio libro por año.

¿Y qué propone un club de lectura? Pues, a breves rasgos, leer. Asignarle un tiempo del día a la lectura, con el compromiso de terminarla hasta una fecha límite y de asistir a compartir las reflexiones que ha despertado el texto. No es un examen, no es una acreditación ni una capacitación. Hasta donde tengo entendido, tampoco es algo que se pueda añadir al currículo. Se va por el gusto de ir, y punto.

Con la idea de generar uno de estos espacios, Daniel Acosta, propietario de la cafetería Tres Gatos, lanzó hace tres meses la convocatoria para dos clubes de lectura. El primer grupo se inclinó por las historias de terror, leyendo cuentos de H.P. Lovecraft, historias japonesas y clásicos como ‘El Jinete sin Cabeza’. Actualmente, revisan ‘Drácula’, de Bram Stoker.

Desde los emprendimientos también se puede apostar por crear un circuito de cultura alternativa”. Daniel Acosta, propietario de la cafetería-librería Tres Gatos.

El segundo grupo, en cambio, tomó un enfoque más filosófico y aborda la obra de grandes pensadores, como Fiódor Dostoievski, Simone de Beauvoir y Albert Camus, cuyas ideas “cambiaron la manera de pensar de la gente, proponían una manera alternativa de ver el mundo”, menciona Acosta.

Tres Gatos, dice, se pensó como “una apuesta por un espacio distinto, que sea un aporte para la ciudad al promover la lectura”. Acosta plantea que “alrededor del café y del libro, se recupere el hábito de compartir ideas y experiencias. Recuperar la costumbre de reunirse a hablar, que sea un reencuentro con la gente”. En pocos meses, la librería-cafetería ha ganado una fiel clientela por su original propuesta, que siempre está abierta a quienes busquen mostrar su arte.

Santiago Peña, escritor, apostó también por la literatura al abrir ‘Kafka: escuela de escritores’ en 2015. “Había recorrido talleres de escritura en Madrid, donde estudié mi maestría. Allá vi un negocio redondo. Aquí la realidad no fue tanto así”. A pesar de no tener una acogida masiva, la escuela se ha mantenido ininterrumpidamente por más de tres años.

Peña dirige un taller de Escritura Creativa que se complementa con la lectura de obras importantes de autores contemporáneos. Entre estos, se suman textos de reconocidos narradores ecuatorianos como Huilo Ruales, Abdón Ubidia y Gabriela Alemán. Actualmente está finalizando un ciclo de lecturas con la obra de Adolfo Macías. Para ampliar análisis de las obras, Peña propone la revisión paralela de ensayos de teoría literaria.

Además, la escuela oferta un Club de Lectores dirigido por Francisco Estrella, que inicia mañana su nuevo ciclo con ‘Diario de un libertino’, de Rubem Fonseca. El ciclo de lecturas consta de una única reunión al mes para conversar sobre la obra. En este nuevo ciclo se leerán cinco libros.

Finalmente, César Chávez dirige ‘B-Sides de la literatura’, que se reúne una vez por semana. “Hay nombres importantes que, por una u otra razón, no son tan conocidos o no han tenido la relevancia que otros” dice Chávez, quien ha seleccionado autores de nacionalidades diversas para este taller de ‘Kafka: escuela de escritores’.

Evidentemente, la oferta es variada y es cuestión de gustos escoger el que más se ajuste a los intereses del lector. Para quienes aún no están muy convencidos, he aquí un listado con otros clubes de lectura que se llevan a cabo en la actualidad. Existen varios más, seguro, esperando que ávidos lectores los encuentren.

Fondo de Cultura Económica

Ofrece clubes continuamente desde 2017. Actualmente trabaja 4 clubes: En el de literatura se está leyendo ‘En nombre de la Rosa’, de Umberto Eco, dictado por Iván Rodrigo Mendizábal.

En filosofía, leen ‘La fuerza de existir: Manifiesto hedonista’, de Michel Onfray, con Stéphane Vinolo. El club juvenil lee actualmente la saga ‘Harry Potter’, de J.K. Rowling y el club Bibliogatos se encuentra en su ciclo de ciencia ficción. La inscripción es gratuita y son dirigidos a públicos de distintas edades.

Tolstói Librería

Formó el club de lectura hace año y medio, bajo la idea de “leer libros imposibles”. Este mes empiezan el famoso ‘Ulises’, de James Joyce. La administradora de la librería, Karina Sánchez, será la coordinadora del grupo.

El club está abierto a personas de cualquier edad y la inscripción es gratuita. “El criterio es que sean libros extensos o complejos, que intimiden un poco, pero que sean un reto”, menciona. La librería oferta otros clubes en los que se ha leído ciencia ficción, filosofía e incluso divulgación científica.

Escuela de Pensamiento Crítico Las Babas del Diablo

Trabaja un club de lectura permanente de ciencia ficción, que inició con ‘Fahrenheit 451’, de Ray Bradbury. Pretenden leer 20 novelas del género en este año.

También ofrecen un seminario de lectura de ‘Rizoma’, de Gilles Deleuze. Se reúnen una vez por semana, por dos horas. Los clubes son abiertos a públicos de todas las edades y tienen un valor de $5 por reunión.

En febrero revisarán el libro de proto-ciencia ficción de editorial El Fakir, ‘Ciencia ficción ecuatoriana del siglo XIX’.