Redacción WASHINGTON
AFP
Un prototipo del próximo cohete de SpaceX, «Starship», está listo para su primera prueba en Texas. El jefe de la compañía espacial, Elon Musk, publicó una foto de la nave, cuyo revestimiento de acero sin pintar recuerda la estética de los primeros cohetes.
Elon Musk ya había anunciado que Starship finalmente no sería de fibra de carbono, un material que es más liviano, porque es menos resistente que el acero a las temperaturas extremas, tanto frías como calientes, a las que el cohete se verá sometido para sumergirse en el espacio.
Starship tampoco tendrá la apariencia habitual de los cohetes, pintados de blanco en el caso de SpaceX. «La piel se pondrá demasiado caliente para la pintura. Acabado de acero inoxidable. Máxima reflectividad», escribió el magnate en Twitter.
«Starship parecerá plata líquida», dijo en otro tuit de una docena que ha publicado sobre el nuevo aparato desde noviembre pasado.
El prototipo ensamblado en Texas, en Boca Chica Village, sobre la costa del Golfo de México, tiene un diámetro de nueve metros, como el cohete real, pero es más pequeño.
La prueba se anunció para marzo o abril: el cohete despegará hasta una altitud de unos pocos kilómetros y, si todo sale bien, se posará en tierra firme nuevamente.
Un prototipo para un vuelo orbital se ha prometido para junio. Para ello, un motor principal o booster en la primera etapa, bautizado «Super Heavy», impulsará a Starship.
La potencia necesaria para escapar de la gravedad terrestre requiere esta primera etapa.
Este nuevo cohete, conformado por Starship y Super Heavy, está destinado a convertirse posiblemente en el gran y único lanzador de SpaceX y llevar un día astronautas a la Luna, o incluso a Marte, según los proyectos de Musk.
Actualmente, la empresa utiliza y reutiliza sus cohetes Falcon 9.