Existen costumbres de esta nacionalidad que aún se usan y otras que se buscan recuperar.
En las comunidades tsáchilas tienen la costumbre de proteger las tumbas de sus seres queridos con cubiertas. Esto representa para ellos una tradición de respeto para quienes han dejado este mundo.
En el cementerio de la comuna San Miguel de los Colorados, vía hacia Puerto Limón, una parroquia rural de Santo Domingo de los Tsáchilas, es fácil diferenciar entre las tumbas de mestizos y las de los tsáchilas. Las de estos últimos están dentro de chozas hechas por sus familiares. Unos indican que es para resguardarlos de las inclemencias del tiempo y otros que se lo hace porque cuando los espíritus vienen (para el Día de Difuntos), quieren sentirse como en casa y pasar con los suyos en familia.
Entre tsáchilas y mestizos
Este cementerio fue el primero de los habitantes tsáchilas, porque la comuna era el punto de encuentro de nativos que llegaban desde sus territorios. Sin embargo, hace varios años que se han hecho camposantos en cada comuna y se han llevado algunos difuntos, los que permanecen ahí son en su mayoría de la comuna Peripa, por la cercanía, pero están mezclados con muertos mestizos.
Lola Calazacón, habitante de Chigüilpe, dijo que por la lejanía de San Miguel, hace 24 años decidió hacer un cementerio en Chigüilpe, para llevar a sus antepasados al lugar.
Construir las chozas sobre las tumbas es una de las creencias que no se ha perdido en las comunas.
Comparten comida
Otra de las costumbres, aunque no se practique al 100%, es llevar comida a los muertos, lo que más les gustaba: por lo general, guanta, guatuso o ayampaco. Algunos comparten entre todos, incluyendo al finado, y otros le llevan la comida y se la dejan ahí para que él decida cuando degustarla. Si le gustaba algún licor en especial, también lo entregan.
A veces prefieren hacer limpias cuando se van y regresan del sitio para que no les dé ‘el mal aire’. De igual forma, creen que la tierra del camposanto tiene malas vibras, por esto, antes de entrar a sus hogares se limpian los zapatos y se bañan.
Se van al ‘Pi´pua’
° Cuando un tsáchila fallece, la creencia es que se va al ‘Pi´pua’ (horizonte), lo que sería como el cielo que conocen los mestizos. En ese sitio, el tsáchila se va a encontrar con sus amigos y conocidos; todo será alegría y estará como en una fiesta, por eso debe ir bien vestido. En el caso de las mujeres, van con su ‘tunán’ (falda típica), ‘panu’ (blusa que cubre los pechos), ‘centa’ (cintas coloridas para la cabellera) y ‘wim’ (collares y pulseras). Los hombres deben tener su ‘mu ‘(peinado típico con achiote), ‘mishili’ (corona de algodón) ‘manpe tsampa’ (falda tsáchila), ‘sendori’ (faja roja). Todos tiene que ir con su ‘mali shili’ (las rayas pintadas en cuerpo). Además, se coloca en el ataúd dos paradas más de ropa que utilizaba el finado.
El sepulcro de un personaje
° En el cementerio de la comuna San Miguel de los Colorados está enterrado Abraham Calazacón, un reconocido poné (shamán), gobernador vitalicio y máximo referente de la nacionalidad tsáchila en Santo Domingo, Ecuador y el mundo.
FRASES
Hay muchas costumbres que se han dejado de practicar como antes; sin embargo, queremos rescatarlas porque son nuestras y no podemos dejarlas”. Alfonso Aguavil Habitante comuna Colorados del Búa
Mi mamá decía que tres días antes del Día de los Difuntos llegan los espíritus de los muertitos, por eso se llevaba a la tumba lo que le gustaba al fallecido”. Lola Calazacón Habitante comuna Chigüilpe
Las velas son cosas secundarias para nosotros, lo importante es llevarle al difunto lo que le gustaba y compartir con él”. Ricardo Calazacón Habitante comuna Peripa