¿Arriba los estudiantes?

Pablo Vivanco Ordóñez

Lo lamentable del período que vivimos es encontrar el desinterés general de la mayoría de los estudiantes. Su pasividad es enfermiza e intolerable. No solo en la falta de análisis respecto a lo que pasa en cada ciudad, sino lo que pasa dentro de las aulas mismas. Somos electores, pero sin ser estudiantes; la papeleta está anulando la capacidad de pensar (se).

Antes que buscar títulos y galardones que sirven de abalorio en las portadas, debemos buscar contribuir con pensamiento e ideas al desarrollo de nuestros contextos específicos.

La atracción a promesas en infraestructura (que no decimos que no sea de importancia) antes que a las educativas y de servicios, que son las que en realidad determinan la forma en la que nuestra educación está esquematizada.

Esta visión crítica es la que debe ser primordial como estudiantes, porque esta es la misma que nos permitirá entender el mundo en el que vivimos y defendernos ante actos que traten amilanarnos. Es por eso que el ver una Universidad carente de este aspecto crítico, es preocupante, porque es un reflejo de nuestra misma sociedad.

¿Por qué preocupante? Por nuestra habilidad para olvidar el pasado y ser apolíticos, y así dejar todas las decisiones a la deriva y nuestro futuro comprometido. Porque el ser apolíticos causa precisamente lo que el Ecuador vive en la actualidad (que es un tema del que se puede hablar más, pero que por ahora los dejaremos de lado), un régimen que perdió su dirección y que ha tomado medidas antipopulares.

No es la primera vez que como estudiantes nos dejamos seducir por las malas prácticas políticas (dentro y fuera de la Universidad), sino que, se ha vuelto costumbre en cada período de elecciones, dejando como resultado grupos que no han sabido llevar de manera adecuada la representación estudiantil, ni nuestros intereses; además de una estructura universitaria totalmente desorganizada. (O)

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