Hay que barrerlo y adecentarlo

Era un secreto a voces, pero develado por el presidente Lenín Moreno no deja de ser estremecedor. Un informe internacional da cuenta, según él, de que en cinco proyectos emblemáticos del correísmo y banderas de la revolución ciudadana, como promedio el nivel total de sobreprecios fue del 50%. Ahora esta esperada “papa caliente” en lo jurídico, político, económico, ético e institucional está en manos de la Contraloría y la Fiscalía General.

“Por estos cinco proyectos se pagaron 4.900 millones de dólares. Casi 5.000 millones de plata de los ecuatorianos, cuando debió costar apenas la mitad”, dijo el Presidente. La “joya de la corona” fue la Refinería de Esmeraldas. Le siguieron la Refinería del Pacífico, el Poliducto Pascuales, el terminal Marítimo Monteverde y la planta de gas de Bajo Alto, en El Oro, pero ¿qué hay del resto?

¿Y las faraónicas obras viales, hidroeléctricas, educacionales, judiciales, aeropuertos y parques, entre otras? ¿Y la situación de las empresas públicas incautadas? ¿Se han cuantificado los gastos superfluos y abultados del régimen de entonces? ¿Cuánto costó a los ciudadanos, en especial a los más pobres, la dispendiosa vida de sus funcionarios? Las palabras sobran, se requiere acción.

El presidente Moreno solo levantó una punta del velo que oculta la realidad de una abismal podredumbre moral. El Sistema Judicial está contra la pared. Hay que barrerlo y adecentarlo, lavarle la cara y removerle las entrañas. Se debería declarar en emergencias, si es que se quiere que nuestra democracia se recomponga y recupere sus instituciones fundamentales.

«Hay hombres solo capaces de concebir las apariencias y no la esencia”.

Soren Kierkegaard
Filósofo danés (1813-1855)

«A mí me bastaría con estar seguro de que tú y yo existimos en este momento”.

Gabriel García Márquez
Escritor colombiano (1927-2014)