Marlon Tandazo Palacio
Dice una canción de Fito Páez, que nos cae como anillo al dedo a inicios de este 2019, -dicho sea de paso-, que este nuevo año te despliegue una maravillosa vida y a plenitud junto a quienes amas.
Ya empezamos la segunda semana. El tiempo pasa rápido Dios perdona, pero el tiempo no. Hay quienes luego del paréntesis de Navidad y fin de año, volvieron renovados a sus actividades, pero también hay quienes, de vuelta a sus viejas rutinas, esperan que este año sea mejor que el anterior sin hacer algo distinto. Es decir, quieren que todo cambie, pero sin cambiar nada. Gandhi decía “sé el cambio que quieras ver en el mundo”.
Por naturaleza somos sensibles al cambio, tenemos miedo, incertidumbre, ansiedad de qué pasará mañana y si fallo y si no me va bien. El miedo te inmoviliza. Mira la película Los Croods, aunque está en un formato para los más chicos, trae un mensaje profundo, si no actuamos y salimos de la cueva, nos perdemos de un mundo increíble. Una vez que la veas ¡muévete a la acción! Empieza con algo pequeñito como, escribir una lista de deseos 2019. No esperes a tener una elegante hoja de papel y lápiz, usa tu celular y grábate recitando tu lista de deseos, sé específico. No es suficiente, por ejemplo, que desees bajar de peso, puedes decir, esta Navidad 2019 disfruto de mi peso ideal. El sólo hecho de materializar lo que llevas en tu mente, es un primer paso. Los “cómo hacerlo” vendrán después resultado de tu ejercicio mental de buscar respuestas. La mente es una lora parlanchina, siempre te habla, su trabajo es producir ideas. Ponla a trabajar en lo que te va a llevar al siguiente nivel.
Deja de escuchar o, mejor dicho, oye a tu entorno, tu familia, amigos, colegas, pero escucha sólo lo que te lleve a realizar tu propósito de vida. Escucha a tu corazón, medita, ejercítate. (O)