Año nuevo

Un año nuevo sin corrupción e impunidad debería ser un fin social y no un ideal vaciado en denuncias sin efecto y con fines solo propagandísticos. Debería ser, además, un compromiso individual y también una aspiración colectiva. Esta lucha debería iniciar en casa desde los primeros años y continuar en todas las etapas de formación de las personas en cualquier instancia académica. Los valores en la casa y los principios científicos en la escuela deberían comulgar y provocar al unísono fórmulas adecuadas, ágiles y fáciles para combatir a los corruptos.

El combate permanente contra la corrupción y la impunidad no significa solo el castigo contra quienes saquean las esperanzas de miles de personas debido al dinero que se roban, sino más bien en generar una sociedad en donde cualquier acto de corrupción sea concebido como algo anómalo y repudiable. Esta lucha significa, entonces, que ningún atraco puede quedar en lo anecdótico, sino en la edificación de una poderosa memoria histórica que esté siempre presente para recordarnos todo aquello que no puede suceder.

Ir en contra de la corrupción también significa dejar de lado la justificación vulgar de que esta se produce, porque es parte de nuestra cultura, caso contrario se corre el riesgo de naturalizar la viveza criolla como algo cotidiano, célebre, que identifica a las personas en su capacidad de buscar atajos para el ascenso fácil, el atropello contra los débiles y la obtención de recursos de manera rápida, sin ningún tipo de méritos.

Aunque no sea la única ruta para luchar contra la corrupción, una sociedad de méritos es una opción válida, en la medida que la conformación de cualquier autoridad pública pasa por un conjunto de filtros, siendo la honestidad y la voluntad de servicio las características principales para una buena administración pública, sin perder de vista la trayectoria y la formación de los ciudadanos. La lucha contra la corrupción daría un giro si se entendería que transgrede los derechos de las personas a vivir de forma libre, en paz y en mejores condiciones socioeconómicas.

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