Con mis mejores deseos…

Talía Guerrero A.

Iniciamos un nuevo año y me es gratificante hacerles llegar por este medio mis mejores deseos de salud y bienestar para cada uno de ustedes y pedirles me permitan hacer un pequeño preámbulo con el propósito de comentarles respetuosamente que estoy consciente de la sencillez en el estilo para escribir mis artículos y reconocer que realmente me gusta hacerlo así, esperanzada en llegar de esa manera a las personas que debo.

Para un feliz año en el futuro les comparto esta preciosa oración de autoría de Rosh Hashana. “Que tus despertares te despierten y que al despertar el día que comienza te entusiasme y que jamás se transformen en rutinarios los rayos de sol que se filtren por tu ventana en cada nuevo amanecer. Que tengas la lucidez de concentrarte y rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino. Que no olvides saborear detenidamente la comida aunque “solo” se trate de pan y agua y que encuentres algún momento durante el día aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer por el milagro de tu salud y ese misterioso y fantástico equilibrio interno. Que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos. Que tus brazos abracen y tus besos besen. Que los atardeceres te sorprendan y que nunca dejen de maravillarte, que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la placentera tarea realizada durante el día. Que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos, que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. Que no te creas más que nadie porque solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza. Que no te olvides ni por un instante que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio y que si fuésemos realmente valientes bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello”.

Si después de leer estos buenos deseos, sentimos la necesidad de aceptar alguno para cambiar, mejorar o agregar en nuestras vidas, depende solamente de nosotros. (O)