La verdad tras la leyenda de la oreja de Van Gogh

EVIDENCIA. El doctor Félix Rey graficó la herida de Van Gogh. (Foto: BBC)
EVIDENCIA. El doctor Félix Rey graficó la herida de Van Gogh. (Foto: BBC)

La BBC estrenó en 2016 el documental ‘The Mystery of Van Gogh’s Ear’, como resultado de las investigaciones de la historiadora de arte Bernadette Murphy sobre una de las leyendas modernas más memorables del mundo artístico: la automutilación del pintor neerlandés Vincent Van Gogh.

El suceso se dio en 1888, en la ciudad francesa de Arles. Por más de un siglo, la historia sostuvo que Van Gogh llegó una noche a la puerta de un burdel y le entregó a una de las chicas un paquete que contenía su oreja.

Van Gogh, que entonces era un artista desconocido, llegó a Provenza a los 35 años, consumido por la soledad y el fracaso. El año de estadía en Arles definió la carrera y la vida de Van Gogh. Allí, encontró la inspiración para crear sus más exquisitas obras, pero también desarrolló una angustia cada vez más honda, que lo llevaría al suicidio meses después.

Más allá de la leyenda, recientes investigaciones han desatado la duda sobre la veracidad del hecho. Desde el 2010, Murphy inició una investigación exhaustiva en las oficinas, bibliotecas y archivos de Arles, en busca de partes policiales y registros médicos que corroboraran la versión popular.

EL DATO
El Dr. Rey era el único hombre que aún estaba vivo que había visto a Vincent van Gogh.
Uno de los hallazgos de Murphy confirma la existencia de Gaby, la mujer, apodada Rachel, que pasó a la historia como la principal testigo del incidente. Gaby limpiaba el burdel y varios de los lugares favoritos de Van Gogh en Place Lamartine.

Pero el hallazgo más importante vino de mano de Irving Stone, autor del libro en que se basó la película homónima ‘Lust of life’ (1956). El autor señalaba en un viejo artículo haber visitado en Arles al doctor Félix Rey, que trató la lesión de Van Gogh. El doctor habría enviado a Stone un dibujo donde grafica exactamente el lugar del corte en la oreja. La línea punteada confirma que fue una mutilación completa. Murphy llevó una copia del documento para su verificación al Museo Van Gogh, que hoy consta como la prueba definitiva de que la anécdota es verdadera. (AA-BBC)