Lo políticamente incorrecto

Fredy Cueva Castillo

Decir algo políticamente correcto, es decir algo con tacto y educación, es decir, cuidando las formas de expresión para no molestar a nadie, por su parte lo políticamente incorrecto, sería decir algo de forma directa, sin tener en cuenta que pueda herir los sentimientos de quien escucha o lee.

En rigor, lo políticamente incorrecto confronta con la realidad. Una decisión política que la sociedad aún no asimiló, y que sirve para frenar en seco el proceso creciente de hipocresía social; ser políticamente incorrecto es criticar la ley de paridad de género por ejemplo, y exigir que en las instituciones del país estén las personas con mejor perfil o formación, sin interesar en absoluto si son hombres o mujeres.

Ser hombre no es sinónimo de ser inteligente, ser mujer tampoco lo es, ser mujer no es sinónimo de honestidad y ser hombre igualmente no garantiza absolutamente nada en este campo, en definitiva, la inteligencia, la aptitud, la actitud, la honestidad y la proactividad por el trabajo no dependen del género.

En economía ocurre lo mismo, cuando alguien habla de capitalismo, de mercado, genera una enorme resistencia, en cambio cuando alguien habla sobre igualdad, redistribución de riqueza genera un enorme apoyo, Friedrich Engels decía “cada progreso en la producción es al mismo tiempo un retroceso en la situación de la clase oprimida, cada beneficio para unos es por necesidad un perjuicio para otros”.

Es decir, si a alguien le ha ido bien, significa que ha abusado de otro, por tanto, el lucro es inmoral porque perjudica a los demás. Este par de ejemplos que acabo de mostrar están tan metidos en el debate nacional, que pueden incidir en la toma de decisiones al momento de votar.

A las puertas de un nuevo año, año electoral por cierto y siendo consecuente con lo que escribo, les podría decir que en lo que a lo económico respecta, me gustaría recordarle a la clase política ecuatoriana, que no se trata de estar igual, sino, de estar mejor. (O)

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