Francia redobla esfuerzos para evitar caos en manifestaciones

Redacción PARÍS

AFP

El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron redoblaba sus esfuerzos ayer para evitar un nuevo estallido de violencia en las protestas del los “chalecos amarillos” previstas para hoy, en un clima de descontento general que se extiende a otros sectores.

Las convocatorias a manifestar proliferaban en las redes sociales, despertando temores entre las autoridades de que se repitan las escenas de caos que dieron la vuelta al mundo el fin de semana pasado.

Todo cerrado
Para prevenir nuevos desmanes, las autoridades instaron a todas las tiendas y restaurantes de la avenida de los Campos Elíseos a cerrar sus puertas el sábado. La Torre Eiffel, la Ópera de París y una decena de museos de la capital, incluyendo el Grand Palais, el Louvre y las Catacumbas, tampoco abrirán al público.

Los cierres preventivos no se limitaban a la capital. En Burdeos (oeste), donde se produjeron también choques violentos la semana pasada, la Alcaldía anunció el cierre de una decena de museos.

Además, cinco partidos de la liga francesa de fútbol fueron aplazados.

Temores de violencia
Las autoridades anunciaron también el despliegue de “recursos excepcionales” para asistir a los 89.000 policías que estarán movilizados en todo el país mañana.

“Tenemos razones para temer una gran violencia”, advirtió el miércoles la presidencia francesa.

Ocho mil policías patrullarán las calles de París, donde además las autoridades aseguran que desplegarán vehículos blindados, como no se veía en la capital desde los disturbios de 2005.

Crece la ira
Pero la inquietud es creciente porque la ira se extiende a otros sectores. Más de 700 estudiantes fueron detenidos e interrogados este jueves por la policía, en la cuarta jornada consecutiva de protestas en los centros de secundaria. Cerca de 280 institutos se vieron perturbados. Los estudiantes protestan por una reforma que introduce cambios en el acceso a la universidad.