Un Gobierno ‘diezmado’

Ugo Stornaiolo

El gobierno está “diezmado” y lo confirma el vínculo indisoluble correísmo-morenismo. Las prácticas políticas de Alianza País y agrupaciones coaligadas se perfeccionaron -para mal- en diez años de la “revolución perdida”. Que la presidenta Vicuña se quedó sola, es cierto. Los colaboradores son incondicionales mientras existen prebendas y cargos. ¿Qué hace? Niega las acusaciones y dice que el ataque no es solo a ella, sino a todo el régimen, pero su posición en el Gobierno se va debilitando.

La noticia “chatarra” de la semana: la vicepresidenta cobraba diezmos a sus colaboradores cuando era asambleísta y uno de ellos lo declaró bajo juramento. Teleamazonas ratifica: hay constancia de depósitos en la cuenta personal de Vicuña. Denuncias que van y vienen: parientes cercanos a la segunda mandataria -incluido el padre, que ya renunció a la gerencia del Banco del Pacífico- en puestos clave del Gobierno.

El problema no son los diezmos o, eufemísticamente hablando, “los pagos para el mantenimiento de la Alianza Bolivariana Alfarista ABA” (chavista), movimiento que lidera la vicepresidenta. El problema es que solo se habla de esto, mientras la corrupción campea, la aprobación del gobierno de “todos” va en picada y la economía no convalece.

Otra vez, las autoridades aludidas hablan de “persecución política”. Y las entidades que, hace rato, debían iniciar la “cirugía mayor” contra la corrupción solo declaran que llegarán “hasta las últimas consecuencias”.

¿Avanzan las investigaciones a implicados en el asesinato del general Gabela y el secuestro de Balda? ¿Se conocerán las listas de Odebrecht, donde hay personajes del viejo y nuevo verde flex? ¿Tiene algo que ver Moreno en los negociados del correísmo con su asunto de los muebles en Ginebra?

Si se busca eliminar alfiles del correísmo, esto va a arrastrar a personajes del morenismo. Hay temor por las elecciones seccionales, donde la derrota de AP sería contundente. Aún intacta la maquinaria corrupta. El gobierno de “todos” informa lo que va a hacer, pero no hace nada. Al menos no va a financiar más los gastos del hacker Julian Assange en Londres.

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