Turismo y salud

ARMANDO DAZA QUIÑÓNEZ

La naturaleza tiene muchas bondades atractivas como la cascada de Iguazú ubicada entre Brasil y Paraguay; las minas de sal en Bogotá, y el yacimiento de gas en las montañas de Galerita en el cantón Muisne y tantos que existen en el planeta Tierra; la tecnología, el diseño, la ingeniería civil y arquitectura, la creatividad y los proyectos tienen que aprovecharse para embellecer sectores con condiciones primarias de algunos centros turísticos, así lo han hecho los italianos y franceses que han financiado sus presupuestos anuales con las rentas turísticas de Venecia con sus góndolas y la capilla Sixtina en Roma con la pintura eterna de Miguel Ángel; la torre Eiffel, el museo de Louvre y el Arco del Triunfo en París.

No pedimos otra maravilla del mundo pero sí un atractivo importante que justifique una movilización de varias horas y estancia de algunos días. Atacames necesita recuperar su imagen y desarrollarse; es urgente un malecón que se inicia en la bocana y termina en el peñón de Súa, un pequeño puente que una a la playa con el pueblo para descongestionar la afluencia vehicular en los actos cívicos, en los feriados y en fechas especiales, y un dragado, limpieza de las agua y regeneración de las orillas del río Atacames para utilizar este ambiente con botes y canoas turísticas fabricadas por los cayapas y por campesinos expertos cuyo diseño y cálculos estructurales se los delegamos a los ingenieros civiles y arquitectos del gobierno y de los municipios de la provincia de Esmeraldas.

Estas pequeñas obras son la gran motivación para tener turistas en este conocido balneario de Atacames en forma permanente durante todos los días del año lo que definitivamente dará solvencia a la empresa privada y pública. El Gobierno Central y los municipios cuando tienen dificultades económicas para desarrollar obras importantes las concesionan como ocurrió con el canal de Panamá que después de más de cien años continúa dando excelentes resultados; el pueblo elige a sus gobernantes nacionales y seccionales para que tome decisiones acertadas y útiles en busca de un beneficio social.

Aristóteles dijo “la verdadera felicidad consiste en hacer el bien” señores gobernantes nacionales y cantonales cumplan con su obligación de hacer el bien al pueblo ejecuten estas pequeñas obras en Atacames y en otros sectores del Ecuador las cuales serán aprovechadas por nacionales y extranjeros y la utilidad también es institucional. La concurrencia masiva a las playas también previene una salud estable.