Rodrigo Yépez

POR: Luis Fernando Revelo

Hace dos meses la guadaña implacable de la muerte segó la vida de una prominente figura del arte musical, integrante del prestigioso dúo de los Hnos. Yépez, me refiero al Dr. Rodrigo Yépez. Luego de una penosa enfermedad y una fecunda trayectoria artística de 38 años, su musical espíritu volvió al regazo de su Creador, mientras que su impoluta memoria transita las imperecederas rutas.

Oriundo de la parroquia de Tumbabiro, pueblo de profunda raigambre histórica, donde vio su primera luz también su hermano Jorge, pueblo testigo de su pasión por la música desde cuando eran niños. Cuando emigraron a Quito, en pos de estudios superiores, decidieron formar el dueto, para con sus voces insuflar grandeza a su terrazgo nativo y dar carta de ciudadanía a los amores, a las tristezas, a las soledades. Ellos se adentraron en la entraña popular irradiando el fulgor y la pureza de “lo genuino, de lo autóctono, de lo nuestro”. Ellos enriquecieron el pentagrama musical ecuatoriano y latinoamericano con sus interpretaciones y composiciones.

Su arte musical traspasó los linderos patrios y compartieron escenarios con catalogados artistas de renombre internacional como Tormenta, Leonardo Favio, Los Visconti, Leo Dan, Los Chalchaleros, Nicola Di Bari, Leo Marini, Cuco Sánchez, Los Antares, etc. Un “mano a mano” con los Hnos. Miño Naranjo, con los Hnos. Dávalos del Perú, revelan sus esfuerzos amanecidos de esperanzas y frutecidos en deslumbrantes cancioneros.

El día de ayer, su hermano Jorge y sus amigos le tributaron el homenaje póstumo a su grata memoria. El Salón de Eventos Siglo XXI fue el escenario donde los dúos Los Trovadores del Romance, Los Andinos, el trío Antología, Don Niko y sus Estrellas, le expresaron con la música su gratitud imperecedera.