La prematuridad es la primera causa de muerte en niños menores de cinco años

El anuncio de que Sofía nacería prematura fue un golpe para los esposos Patricia Rodríguez y Jaime Garzón, a quienes se les vino una serie de inquietudes, dudas y preocupaciones.

Desde cuando Patricia fue diagnosticada con preeclampsia (presión arterial alta), a las 24 semanas de embarazo, buscaron información, que según el testimonio de la pareja, la encontraron en otras mujeres con la misma experiencia, a quienes contactaron a través del Internet y casi poco en los médicos.

“Sofía nació a las 30 semanas, pesó 900 g. Estuvo 64 días en neonatología, en cuidados intensivos”, relata la madre mientras su hija, ya de un año y seis meses, camina cerca y está muy saludable. Continúa que acudieron todos los días al hospital, compartieron con ella e hicieron de padres canguro manteniéndola pegada por horas a sus pechos, aun cuando estaba con sondas. Esa práctica la mantuvieron hasta que cumplió siete meses. Jaime cree que esa cercanía y los cuidados fueron la base para que Sofía esté saludable y tengan una afinidad.

Punto de vista médico
Un parto prematuro es el que se da antes de la 37 semanas de gestación. El recién nacido puede ser viable a partir de la semana 24, informa Fernando Aguinaga, pediatra neonatólogo.

Hay tres tipos de prematurez: extremo, de menos de 28 semanas; muy prematuros, entre 28 y 32 semanas; y prematuros moderados, de 32 a 37 semanas. En casos graves, los bebés pueden presentar parálisis cerebral, anomalías pulmonares, afecciones al corazón y cerebro, problemas motores, discapacidades o trastorno de desarrollo durante la infancia, cuando no tienen una atención adecuada, explicó.

Se calcula –de acuerdo con el experto– que el 10% de los embarazos tienen riesgo de ser prematuros y si en Ecuador nacen 36 niños cada hora, significaría que llegarían 3 prematuros en ese tiempo.

Este tipo de partos van en aumento y las causas son muchas, como exceso de trabajo, estrés, ausencia de controles prenatales y madres fumadoras. También inciden factores genéticos, como tener el cuello de cérvix muy corto, afirma el especialista.

A escala mundial, la prematuridad es la primera causa de mortalidad en los niños menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ayuda sicológica
Los padres, cuando se enteran que van a tener un embarazo prematuro, atraviesan los mismos procesos emocionales que un duelo normal: el shock, la negación, la ira, la tristeza, la depresión y finalmente la aceptación, dice Daniela Troya, sicóloga perinatal e infantil.

Por esto, es importante trabajar en la culpa, sentimiento que casi todas las mamás tienen, pero también hay que enfocarse en los papás, que igualmente sufren depresiones postparto. (CM)