Correa: ni corto ni perezoso

La jueza Daniella Camacho, de la Corte nacional de Justicia, dispuso el miércoles llamar a juicio al expresidente Rafael Correa, por su presunta vinculación en el intento de secuestro del exdiputado suplente Fernando Balda en Colombia en 2012. De suerte que, desde entonces, el líder de una revolución que se llamó ciudadana y que tenía como lema “manos limpias, corazones ardientes y mentes lúcidas”, es prófugo de la justicia.

Ni corto ni perezoso, cinco meses antes de lo dispuesto por la magistrada, Correa pidió asilo en Bélgica. Esto último lo afirman dos agencias internacionales de noticias. Hay quien, como dice el refrán, “sabe nadar y guardar la ropa”. Quien durante su mandato llamó públicamente a sus adversarios políticos a ser valientes y regresar desde el exterior a enfrentar a la justicia, ahora cambió de opinión y echó a un lado los arrestos de antaño.

El proceso penal que se le sigue, ha sido calificado por Correa como político y que, en consecuencia, llevará su caso a instancias internacionales. Sin embargo, tal como sucedió en Brasil y Argentina con Lula y Cristina de Kirchner , la Función Judicial a la que está sometido fue totalmente estructurada, salvo pocas excepciones, en los diez años en que tuvo en sus manos, y manejó a su antojo, todos los poderes del Estado.

Al igual que su compadre brasileño y la comadre argentina, el expresidente echa mano al sobado calificativo de “político”, tal como en su momento hicieron algunos de los otros prófugos de la justicia ecuatoriana de antes, durante y luego del correísmo. Nada nuevo hay en la viña del Señor.


Quienes moralizan suelen ser los derrotados”. Carlos Monsiváis Escritor y periodista mexicano (1938-2010)

Toda máquina está en proceso de extinción”. Adolfo Bioy Casares Escritor argentino (1914-1999)