Otra vez la vieja escuela

Salvatore Foti

Los problemas que enfrenta el Ejecutivo son muchos y de muy difícil solución. La economía no logra despegar y vive de inercia y resignación en un momento que el petróleo goza de uno de los mejores precios de los últimos años. La falta de imaginación y de iniciativa no permiten al ciudadano promedio visualizar mejoras en el futuro inmediato.

El desempleo sigue siendo un grave problema para los jóvenes y los menos jóvenes. A Moreno todo esto le ha significado una sensible baja de popularidad, a la cual solo podrá enfrentarse atreviéndose a gobernar.

El gobierno de Moreno empieza a parecerse, de manera preocupante, a la administración descuidada del alcalde de la capital Mauricio Rodas, sino que los impactos negativos son a escala nacional y el país no podrá seguir aguantando tanta inmovilidad política.

Necesitamos maniobras que devuelvan, aunque solo sea la esperanza de un crecimiento económico. Medidas radicales y contundentes que nos hagan entender a dónde nos dirigimos. Deben decirnos qué ideología y visión política se tienen. El diálogo y la lucha a la corrupción son parte de un discurso más amplio, no son lo único que pueden llevar adelante al país.

La gente ha visto como justo en este periodo de la “lucha a la corrupción”, que los bancos han hecho cobros indebidos a sus clientes, algo que solo aumenta las suspicacias hacia el Ejecutivo, que tiene responsabilidades en ello, por lo menos las de no haber podido prevenir esos cobros. Menuda responsabilidad.

Se está volviendo a hacer una vieja política donde los “iluminados” se encargan de nuestras necesidades, sin siquiera conocerlas o investigarlas. Se nos da circo en las redes sociales y en la prensa, subestimando el poder asertivo de la mayoría de la población. Esto les va a pasar factura en las próximas elecciones.

Se está sembrando, una vez más, un terreno muy propicio para futuros populistas de derecha o izquierda, justo lo que no necesitamos. ¡Despierten!

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