Para algunos sectores es evidente la complicidad de funcionarios en la fuga del exsecretario de Comunicación.
El dispositivo electrónico a través del cual se monitoreaba la actividad de Fernando Alvarado, exsecretario de Comunicación del anterior gobierno, procesado por el delito de peculado y hoy prófugo de la justicia, se encontraba en perfecto estado y sin rastros de haber sido forzado, informó la Fiscalía General del Estado.
Tras el allanamiento realizado a las instalaciones del Ecu 911 de Quito y a las oficinas del Ministerio de Justicia en la Unidad de Flagrancia, Jessica Córdova, fiscal del caso, y un perito del Departamento de Criminalística de la Policía Nacional, realizaron la pericia de valoración de funcionamiento físico, técnico y electrónico al dispositivo que usó el ex funcionario y se evidenció que no presentaba novedades.
Para el exasambleísta Cléver Jiménez, quien en su momento se vio obligado a usar un dispositivo similar, los resultados de la pericia demuestran que para la fuga de Alvarado debieron intervenir varios funcionarios que deberán ser investigados por la Fiscalía. “Fernando Alvarado no pudo haberse quitado el grillete sino es con la complicidad de alguien”, dijo Jiménez.
Criterio con el que concuerda el experto en seguridad Ricardo Camacho, ya que asegura que a más de que alguien debió haber provisto de la llave del ‘grillete’ a Alvarado, hay otras omisiones que deben ser tomadas en cuenta. “Lo raro es por qué no pitó. Un dispositivo que registra cualquier movimiento en teoría debería pitar a la central de emergencia”, dijo Camacho.
Recordó que cuando él usaba el dispositivo, le llamaban de forma constante –mañana, tarde y noche- desde la central de emergencia para preguntarle dónde se encontraba.
“Es una vergüenza institucional, es un chirlazo a la ética del país y demuestra que hemos tocado fondo”, añadió Camacho.
EL DATO
Paúl Granda informó que ha presentado su carta de renuncia, pero que no había sido aceptada hasta el momento. Para el presidente del Consejo de Participación Ciudadana de transición, Julio César Trujillo, es una vergüenza para los ecuatorianos el haber tenido como funcionario a Alvarado que hoy se fuga de la justicia para no presentarse al proceso y responder por las “picardías realizadas en el Gobierno”.
Por su parte, Paúl Granda, encargado del Ministerio de Justicia y secretario de la Política, manifestó que se debe investigar a profundidad ya que hay hechos inexplicables que no tienen justificación. “Estamos ante un individuo astuto que nos engañó, no es un perseguido político”, dijo Granda.
El funcionario añadió que entre las irregularidades encontradas en el reporte sobre el uso del dispositivo de Alvarado es que se generaron 245 alertas de que este fue retirado, lo que no se informó a las autoridades tanto judiciales como del Ministerio. “
Otros casos
Pero el caso de abandono del ‘grillete’ no es exclusivo de Fernando Alvarado.
El ex asambleísta Andrés Páez alertó en agosto de este año que Boris Platonoff y María Angélica de Luján Escobar, involucrados en presuntos actos de corrupción en el Ministerio del Interior, se desprendían de manera periódica el dispositivo incumpliendo las disposiciones judiciales.
Otro caso se registró con Ricardo Rivera, tío de Jorge Glas, exvicepresidente de la Republica, los dos sentenciados por presuntos actos de corrupción en el caso Odebrecht.
En su caso, el agente a cargo de su vigilancia, reportaba que: “la tobillera de seguridad que debe permanecer en su tobillo, no permanece todo el tiempo en su tobillo, ya que se puede ver que la mayor parte del tiempo no está colocado la tobillera de seguridad”. Granda dijo que son 103 dispositivos que deben ser revisados.
El uso del dispositivo
° En septiembre de este año, la hasta entonces viceministra de Justicia, Liliana Guzmán, quien renunció a raíz de la fuga de Alvarado, informó que de los 4.000 ‘grilletes electrónicos’, para personas con libertad controlada, 2.554 estaban a esa fecha en uso y que 1.024 necesitaban reparación.
De acuerdo a ese reporte, en el país existen 2.450 ciudadanos con ‘grilletes’ con restricción de movilidad, 80 con arresto domiciliario y 24 con prohibición de acercamiento a otra persona. Ayer Paúl Granda informó que son 2.400 los dispositivos en uso.