Cruzada colectiva por la libertad de expresión

Expectativa. Kaye esperar volver y constatar que los actores cumplieron su promesa para recuperar la libre expresión.
Expectativa. Kaye esperar volver y constatar que los actores cumplieron su promesa para recuperar la libre expresión.

Nacido en California, David Kaye mantiene la soltura y enfoque que caracterizan a sus paisanos. Mientras toma un vaso con agua, pregunta si está bien hacer la entrevista en inglés para dar un descanso al traductor. Se entalla su traje y corbata y dice: “comencemos”.

¿Leyó las reformas propuestas a la Ley de Comunicación?
Las discutí con representantes de la sociedad civil y periodistas que han seguido de cerca el proceso. Lo ideal es que esta legislación se apegue a los estándares internacionales y no se vuelva a socavar la libertad de expresión.

¿Usted cree que reformando dicha ley se pudieran evitar los mismos atropellos que se cometieron en el pasado?
La libertad de expresión depende de un conjunto: periodistas, sociedad civil y gobierno. Cada uno de estos elementos debe trabajar de la mano para protegerla. Estoy confiando que de parte de todos existe la disposición para no cometer los mismos errores del pasado.

Pero ¿no cree que es contradictorio tener una ley para controlar la libertad de expresión? En especial cuando la LOC fue impuesta por el Gobierno anterior.
Creo que el pueblo ecuatoriano debe decidir si quieren una ley o no. Dentro del debate que se está dando en el parlamento, se deben considerar a todos los representantes de la sociedad civil y respetar sus opiniones.

Sin embargo, sigue siendo un mecanismo de control…
No necesariamente. Estamos de acuerdo que el contenido, los discursos y las investigaciones dentro del marco periodístico no deben tener restricciones. Pero, no podemos permitir que dentro de la libertad de expresión y su defensa, se cuelen informaciones falsas que atenten contra otros derechos humanos. Lo ideal es mantener un balance entre el buen funcionamiento de la estructura de los medios de comunicación y un buen periodismo

¿Cómo se logra ese balance?
Un ejemplo sería que el gobierno fuera garante de una buena estructura comunicacional, donde ningún interés económico o político estuviera por encima del bienestar de la población.

Y sin dejar de lado a los periodistas en este proceso…
¡Por supuesto! Creo que los organismos que reúnen al gremio deben fortalecerse. Los periodistas tienen que ser los primeros garantes de que su ejercicio no se vea manchado por la autocensura, malas prácticas y defensas a intereses particulares.

Muchas veces estos problemas trascienden del accionar periodístico. Por ejemplo, el acceso a la información pública, por muy contradictorio que eso parezca, es restringido en América Latina…
Es ahí donde la sociedad civil y los gremios de periodistas deben unirse y exigir a los gobiernos que aprueben leyes de acceso a la información. Y además, que se garantice la seguridad de todos los involucrados, por ejemplo, en un caso de investigación. Los periodistas deben usar todas las herramientas posibles para mejorar su ejercicio.

¿Cree usted que se logren la autocrítica de los periodistas y las buenas intenciones del Gobierno para no cometer los mismos errores?
Cada uno de los involucrados en la comunicación debe ser garante de su defensa y buen uso, como dije antes. A mí me encantaría regresar en tres meses y ver que todos en Ecuador han cumplido con sus promesas para una recuperación de la libertad de expresión. (JDC)