Nueva forma de entender la política

Fausto Jaramillo Y.

La semana pasada, la Junta de Rescate Patrimonial de Ibarra, entregó al Municipio de la ciudad, en la persona de su Alcalde, un documento que contiene una propuesta de Ordenanza Municipal tendiente a rescatar el patrimonio cultural del cantón Ibarra.

Esta entrega no fue simbólica sino real y efectiva de lo que debe ser la participación ciudadana en la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan y afectan a la ciudadanía.

Nuestra Constitución propende a la construcción de una democracia participativa, en la que los ciudadanos se apoderen de la administración de lo público. Lastimosamente en el ejercicio de ese derecho, la experiencia muestra no solo una escasa sino una nula participación propositiva de soluciones. Las marchas, las protestas si bien cumplen un rol importante en la convivencia social ya que son una muestra de descontento de las acciones de las autoridades, hasta ahora se han quedado en el lamento y en el grito; mientras que la entrega de ese proyecto de ordenanza se convierte en ejemplo de lo que debe ser dicha participación. No se queda en el lamento sino que propone soluciones y así, la ciudadanía no ayuda a una autoridad determinada sino que se apodera de la construcción de su destino.

La Junta de Rescate Patrimonial de Ibarra, al redactar el proyecto de ordenanza y entregarlo al Gobierno Descentralizado de la ciudad, muestra que es posible que en un nuevo esquema de apropiarse de la democracia, de entender la política, la ciudadanía dice a sus autoridades que es lo que quiere, explicite los objetivos que busca alcanzar y exponga también el cómo debe administrarse la solución de un determinado problema.

Saludo esta iniciativa no solo porque busca recuperar el patrimonio cultural de la ciudad, objetivo ya de por sí, muy importante, que pone en evidencia los anhelos ciudadanos, sino que manifiesta que la gente espera de sus autoridades no solamente obras grises, obras de cemento, sino que la administración de una ciudad también debe contribuir a la consolidación de una identidad que perdure en el tiempo y marque su presencia cultural en la historia de su patria.

He ahí el valor de esta entrega de proyecto de ordenanzas: 1) muestra que la cultura y el patrimonio forman parte del convivir de una ciudad. 2) Demuestra que es posible entender la democracia y la política con ojos ciudadanos y 3) Muestra un nuevo esquema de comportamiento social, al participar, con propuestas, en la solución de los problemas que afectan a un conglomerado social.